Un colegio de Pontevedra se resiste a colocar la bandera de España en su lugar y antepone la gallega

Primero alegaron desconocimiento. Después, imposibilidad por falta de personal. La realidad es «falta de ganas y adoctrinamiento nacionalista». El día de las pasadas elecciones una ciudadana acudía a votar en Nigrán (Pontevedra), cerca de Vigo, y se dio cuenta de que el colegio incumplía la ley de banderas. El centro lucía en su fachada tres enseñas, la de Galicia en el centro y la de España y de Europa a un lado y a otro. Al día siguiente la mujer quiso advertir al centro escolar de que la bandera de España, según la ley, debía de ocupar un lugar preferente y que, en este caso, al haber tres banderas, debía de ir en medio. Llamó a la directora del centro y esta le manifestó ignorancia sobre el asunto y le dijo que «no había mala intención en ello», incluso le manifestó que «igualmente estaban pensando en quitarlas porque estaban muy viejas», pese a que las banderas se encuentran en buen estado.

En los días posteriores el cambio de banderas siguió sin sucederse. Insistente, esta vecina volvió a llamar para preguntar qué ocurría. Fue ahí cuando le dijeron que el problema es que no tenían conserje y que estaban esperando a uno. La ciudadana, extrañada porque a estas alturas de curso no hubiera conserje en el centro escolar, le propuso ir ella en persona al Ayuntamiento a pedir un operario para que realizara el cambio. Cuando llegó al consistorio se encontró con la respuesta de que el colegio sí tenía conserje ya que era «el único de la zona al que le habían adjudicado un sustituto, en este caso, sustituta, porque el conserje estaba de baja». Con mucha paciencia, volvió a llamar al colegio. «Ahí me respondió una profesora de malas formas diciéndome ya claramente que no tenían otra cosa que hacer que cambiar las banderas», relata. A los dos minutos le llamó la directora. «Me reconoció que sí tenían conserje, pero que esta no sabía cambiar las banderas», cuenta, al tiempo que indica que, para poder realizar el cambio solo se necesitaría subir a una pequeña escalera.

Esta ciudadana, llamada Gloria Lago y presidenta de Hablamos Español, harta de la situación, decidió finalmente respaldarse en su asociación y denunciar los hechos por «adoctrinamiento nacionalista». Este jueves 19 de junio ha presentado queja ante la Jefatura de Inspección Educativa de la Provincia de Pontevedra por incumplimiento de ley de banderas. «Como asociación que lucha contra el adoctrinamiento nacionalista y el nacionalismo lingüístico en la enseñanza, entre otros contra la prohibición de usar el español en la visibilidad de los centros de enseñanza y contra la ingeniería social que se lleva a cabo contra el español, consideramos que la relegación de nuestro más importante símbolo nacional en un centro de enseñanza ayuda a crear el relato negativo contra nuestro idioma como elemento de unión. El español es tan gallego, como lo es la bandera de España. Entras al colegio y todo está solo en gallego. Lo único que tienen los chavales es su bandera en el sitio que tiene que estar y en este centro se lo quitan», lamenta.