Emacsa y Sadeco se fijan reducir un 5% el consumo de agua durante la alerta

Córdoba ha entrado en alerta de sequía por el descenso en el nivel de los pantanos que abastecen a la capital. Ante esta situación, que está protocolizada, la empresa municipal de aguas (Emacsa) junto con Saneamientos de Córdoba (Sadeco) han establecido una serie de medidas para reducir un cinco por ciento el gasto de agua mientras dure la alerta y en ningún caso se plantean las restricciones para el consumo humano.

El presidente de Emacsa, Jesús Coca, ha explicado que esta medida está contemplada por el comité técnico de esta empresa municipal mientras duren las condiciones actuales y «es suficiente para aguantar hasta salir de esta situación de alerta».

En concreto, las medidas pasan por la monitorización diaria del nivel de agua en el pantano del Guadalmellato, que es el que abastece a la capital, así como suprimir la lámina de agua y el funcionamiento de las fuentes ornamentales. Emacsa activará también una campaña de concienciación de ahorro de agua. También ha avisado de que puede cambiar el sabor del agua, aunque no su potabilidad, ya que se extrae de niveles inferiores del embalse y así «nos estamos bebiendo el agua de hace dos años».

Las medidas de Sadeco

Estas medidas se complementan con otras adoptadas por Sadeco. Su presidenta, Isabel Albas, ha informado de que ya en 2022 se redujo la frecuencia de los baldeos en las calles de la capital y que ahora se da otra vuelta de tuerca. A partir de ahora se restringe aún más el baldeo, que pasa a ser mecánico en toda la ciudad y cada cuatro días.

Por contra, habrá unas zonas de la capital en las que se mantiene el baldeo manual, como son las calle Alfaros, Alfonso XIII, San Fernando, Capitulares, Puerta del Puente, interior de la Judería y Puerta de Gallegos.

Según Albás, esta medida tiene el objetivo de «garantizar la limpieza y la salubridad» y desde que se redujo el pasado año se ha ahorrado un 80 por ciento del agua destinada a este fin.