Así son las mejoras para la ciudad que prevé el Plan de Accesibilidad Universal

El Plan de Accesibilidad Universal era un anhelo del actual gobierno municipal. Con la llegada a la alcaldía de José María Bellido se decidió dar prioridad a esta materia con la creación de una delegación específica al frente de la cual se situó a Bernardo Jordano, una persona especialmente sensibilizada con la material.

A lo largo de estos cinco años se han materializado numerosas iniciativas de todo tipo, desde las más complejas a las más baratas, como unas fotocopias plastificadas con pictogramas para taxistas y conductores de Aucorsa. Este trabajo constante le ha valido el reconocimiento a través de diversos premios nacionales e internacionales y en la actualidad el Ayuntamiento de Córdoba es una referencia en la que se miran consistorios de toda España.

Ahora, este Plan de Accesibilidad Universal, que Jordano ha calificado como «un catálogo de fallos del sistema», sistematiza las intervenciones a realizar en los próximos cinco años y que implica a todas las delegaciones municipales.

El documento, que será aprobado el próximo lunes por la Junta de Gobierno Local, centra su atención en el espacio público de la ciudad. Los redactores del plan han señalado que una vez que la iniciativa pública comience a actuar lo hará después la iniciativa privada, por lo que el efecto será mayor.

Los itinerarios peatonales accesibles

Una de las intervenciones que el Ayuntamiento tiene ya en marcha, y que Jordano ha reconocido que por su complejidad van a un ritmo más pausado, son los denominados itinerarios peatonales accesibles. Como se reconoce en el plan, consisten en aquellas rutas que garantizan «el uso y la circulación de forma segura, cómoda, autónoma y continua de todas las personas».

Para cumplir con este objetivo, el documento fija un ancho de aceras de 1,80 metros, así como una pendiente longitudinal que no supere el seis por ciento ni el dos por ciento transversal. Además, los bordillos tendrán una altura máxima de 12 centímetros, la abertura máxima de las rejillas de alcorques y registros será de un centímetro y la luz será homogénea y con 20 luxes de mínimo.

En aquellos puntos en los que la acera no puede tener una anchura de 1,80 metros, el plan propone la implantación de la denominada plataforma única, de la que ya se puede disfrutar en algunos puntos de la ciudad, recomienda que se diferencie el pavimento de la acera del de la calzada y así facilitar mejor el tráfico de los invidentes.

Solución a los alcorques

En la elaboración de este plan se han detectado diversos barrios con los alcorques mal diseñados. Como son elementos que no se pueden cambiar de ubicación la recomendación que se hace es taparlos con rejillas o con «un material compacto drenante que, además, tiene otras ventajas como evitar el crecimiento de malas hierbas, ahorrar agua y necesitar menos mantenimiento».

Los técnicos también se han percatado de que en muchas ocasiones el mobiliario urbano carece de características accesibles o que, a pesar de tenerlas, «se encuentra situado o posicionado de modo que impide o dificulta su uso a muchas personas». Este apartado no se limita sólo a los bancos o asientos de cualquier tipo, sino también a las fuentes de agua potable o al acceso a los contenedores.

Las rejillas del alcantarillado

Otro apartado de este plan se fija en las rejillas del alcantarillado. Las recomendaciones son que se coloquen enrasadas con el pavimento circundante, que el lado mayor de la abertura se sitúe en dirección transversal al sentido de la marcha y que estas aberturas no superen los 1,6 centímetros y que estén realizadas en un material que evite los resbalones.

Este plan de accesibilidad universal recoge también la instalación de pavimento podotáctil de forma paralela a la línea de fachada para facilitar el tránsito de los invidentes y valora la alta implantación en Córdoba, sobre todo en los cruces.

Las plazas de aparcamiento

También se fija en las plazas de aparcamiento reservado, que deberán estar situadas preferentemente en una zona horizontal o de escasa pendiente y establece las dimensiones para mayor comodidad de los usuarios.

Sobre los aseos, el plan refleja que los dos únicos gratuitos que hay en la ciudad están situados en el recinto de El Arenal y que el resto de los repartidos por diversos puntos son de pago. Establece que uno de cada diez debe ser accesible y que si sólo hay uno debe serlo también, tanto en el inodoro como en el lavabo.

Por último, el plan se fija también en otros elementos, como en la señalización de las obras y demás actuaciones en la vía pública, en el mantenimiento y poda de los árboles, los parques infantiles, el transporte público, las páginas web y aplicaciones municipales, dedicando un amplio espacio a todos los recintos públicos, desde colegios a museos, pasando por centros cívicos, instalaciones deportivas o centros de mayores, entre otros.