2023, año del Centenario de Luis del Río Muñoz

Arranca el presente año con el centenario de Luis del Río Muñoz, cordobés (1923- 1994), bailarín, y precursor de las Enseñanzas Oficiales de Danza en Córdoba y en Andalucía.

Tras una vida profesional de 17 años satisfaciendo sus objetivos formativos- con los maestros más acreditados de la época-, y artísticos bailando en diferentes Ballets-Compañias, dentro y fuera de España (Danza.es), regresa a su ciudad natal donde desarrolla una intensa vida académica, única, sin antecedente alguno, pues él fue el precursor de unas enseñanzas oficiales inexistentes antes de 1966. Algo genuino en la época, el primero que en Andalucía certificaba estudios conducentes a titulación en Danza Española , y de los pocos existentes en el país, cuyos programas de estudios le valió el reconocimiento de acreditados profesionales como la familia Pericet, Laura de San Telmo, Pedro Azorín, Juanjo Linares, Juan Morilla, Pacita Tomás, Joaquín Villa, Matilde Coral…y un largo etcétera, con los que mantuvo relación de profesión y de amistad, pero sobre todo por reconocidas maestras como fueron Tona Radely y África Guzmán, que por diferentes medios escritos coinciden en la catalogación del profesor, y su buen hacer pedagógico. Valga como ejemplo elocuente la reseña extraída de Algar Pérez-Castilla, L. 2015, en palabras de Tona Radely en alusión al alumnado que preparaba por libre:

«…llega a mis manos el programa de Córdoba que al analizarlo compruebo que es un programa genuino de la Danza Española… me parecía mas Danza Española; para mí representaba exactamente lo que es la Danza Española. Entonces empecé a llevar a todas mis alumnas a examinarse a Córdoba. Luis del Río hizo un programa más acorde con la Danza Española. Hay que tener en cuenta que había estado estudiando con Luisita Pericet y había trabajado también con Pacita Tomás. Las alumnas de Madrid se examinaban en junio y las de Torremolinos en septiembre. Preparaba sólo para examinarse de la carrera, primero en Madrid, luego en Córdoba y finalmente aquí, en el conservatorio de Málaga, cuyas profesoras primeramente habían sido también alumnas mías y las había presentado a examen ...) Tona Radely, comunicación personal. 20 de noviembre, 2011) ».

No menos fue el interés que el profesor del Río despertó en Pilar López o Mariemma según correspondencia epistolar interesándose por el Plan de Estudios de Córdoba. Así, iniciando su andadura académica-docente en el Conservatorio de Música hoy denominado «Rafael Orozco», desarrolla una enseñanza con fines profesionales donde crea escuela por acciones adelantadas a su tiempo, al menos en el terreno educativo. Una docencia generosa donde las hubiera, constructivista integrando actitudes, valores y normas de tipo ético-morales y culturales en su alumnado, así como actuaciones innovadoras promovedoras del aprendizaje significativo y el perfeccionamiento continuo al modelo desarrollado por Haidt,2000. Valga como ejemplo la experiencia explicitada por Algar Pérez-Castilla, L.2015, relativa a la formación de posgraduadas, y luego profesoras de las primeras promociones de Danza Española:

«…A petición de Luis del Río, entonces director del conservatorio de danza de Córdoba da cursos en verano a las profesoras del mismo entre las que figuran: Maika, Mª Carmen del Río, Inmaculada Aguilar, Sole, Margari, Juana Garrido…».

Sin duda, el profesor Luis del Río inculcó a la joven plantilla de profesoras la formación continua y perfeccionamiento metodológico, actividad que asimismo se atestigua con los primeros cursillos celebrados con motivo de la inauguración del propio centro, ya separados del edificio de música. « Continúan con éxito los cursillos de baile para profesores la Escuela de Arte Dramático y Danza de Córdoba», eran los titulares de Diario Córdoba. 1981.Los maestros invitados en este primer encuentro: Matilde Coral y su esposo Rafael «El Negro», el maestro Granero y Pedro Azorín, configuraron una apuesta fuerte por parte del profesor del Río. Estas citas anuales no cesaron pues en años sucesivos no solo repitieron, sino que se ampliaron a los hermanos Pericet Blanco en muchas ocasiones, Pacita y Joaquín, Rosa Ruíz Celaá…, y otros maestros de interés con objeto de reciclar y actualizar la didáctica y el currículo de las diferentes disciplinas de la Danza Española.

El profesor del Río mantuvo un aprendizaje activo organizado y dinámico llevando a cabo desde el comienzo recitales y actividades diversas de danza; primero solo, acompañado de pianistas del centro como la catedrática de origen madrileño María Teresa García Moreno(F.Solano,1985), o Carmen Flores Hermosilla – tía del célebre pianista internacional Rafael Orozco Flores-, en su afán por difundir en su contexto más próximo la actividad dancística en la sociedad cordobesa; luego, la cita anual ininterrumpida se extiende al alumnado convencido de la motivación que supondría esta actividad para los aprendices de artistas y ser compartidas con las familias. Su idea de enseñanza- aprendizaje como un proceso continuo, era algo que lo distinguía en un periodo donde la enseñanza no se prodigaba abierta, ni flexible pues el profesor del Río ya pretendía que su alumnado realizara un aprendizaje activo y autónomo siendo el propio estudiante el protagonista de su reciclaje. Un aprendizaje gradual con una didáctica perfectamente organizada ya que para que éste se produjese con calidad requería una distribución acorde que permitiera ir ensanchando el embudo del conocimiento del alumnado, sumando eslabones a esos conocimientos previos para hacerlo significativo, actual y de pleno interés. El programa de los estudios de danza del Conservatorio de Córdoba tenía lógica, y Mariemma había manifestado al profesor del Río interés por conocerlo en la práctica, así se lo expresó:

«…Por aquí he oído que se planea enviar a los Conservatorios de provincias algún profesor de Madrid para presenciar los exámenes, si así fuera me gustará ser designada para Córdoba…”. Madrid, a 8 de mayo, de 1970…».

Otro puntal en la vida académica lo supuso el hecho de participar cooperativamente en un Concurso publicado por la Real Academia de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes de Córdoba en 1968, para los países de habla hispana, con objeto de premiar una composición Literaria, Musical y Coreográfica bajo el título de «Cordobesas», que reflejase el espíritu, tanto popular como tradicional, de la vieja y eterna ciudad califal. El grupo de profesores del Conservatorio de Música y Escuela de Arte Dramático y Danza fueron: J. Antonio Chica y Luis Bedmar (música), Miguel Salcedo (letra), Luis del Río (baile), Soledad del Río (voz cantada), y José Rodríguez (guitarra), en esa primera versión de presentación, se alzaron con el premio dando fiel ejemplo de un trabajo en equipo y multidisciplinar extraordinario cuando el sistema educativo era individualista y sectorial. Así, no solo dieron un baile popular propio a Córdoba, sino que innovaron el modelo de trabajo.

La implicación y originalidad del profesor Luis del Río no tenía límites, y, así, dirigió un primer ballet mayoritariamente con la joven plantilla de profesoras en 1981, asumiendo un amplio espectro coreográfico, para exhibir y llevar la danza principalmente por toda la provincia. Asimismo, dirigió un segundo ballet con un grupo de 4 alumnas cuyo máximo éxito lo constituyó haber participado en la octava edición de Gente Joven en TVE. 1983. La primera fase el profesor coreografió El Guerrillero del grupo Jarcha, obteniendo el reconocimiento epistolar del propio grupo, y en la segunda fase y final La Caña y la Petenera (música de Arturo Pavón). Se alzaron con el Primer Premio en la especialidad de Danza.

Un extensísimo legado coreográfico creado ex profeso para el aprendizaje y promoción del alumnado y de la Danza española es a lo que dedicó su vida entera Luis del Río.

Por un largo periodo de su época docente, su figura, y con ello el Conservatorio de Danza de Córdoba tuvo una ingente popularidad y repercusión en todo el país. De hecho, a día de hoy, no se ha encontrado en hemerotecas en los años 1966-1983 en Conservatorios Oficiales de Danza en provincias actividad tan intensa y diversificada a cargo de un único profesor, sin desmerecer a ningún centro, pues, es encomiable la labor desarrollada en cada uno de éstos, y la cualificación de cada uno de sus profesionales de las especialidades impartidas. En danza española, empezando por los de Madrid, con figuras tan emblemáticas y admiradas por el propio Luis del Río como fueron su maestra Laura de San Telmo, y luego Mariemma, y un largo etcétera hasta nuestros días de artistas y profesionales docentes que ocupan los conservatorios a lo largo del país.

Sin embargo, este 2023 se reivindica la figura de Luis del Río, un hombre sencillo, una persona brillante, un bailarín que regresó habiendo bailado por todo el mundo, y una primerísima figura de la docencia, singular, que hasta 1989 ejerció en el centro al que le dio nombre.

El CPD "Luis del Río” inauguró el curso 2022-2023 con un acercamiento a su figura, configurando para ello una mesa redonda con las alumnas de su primera etapa, que luego fueron profesoras del mismo centro: María Angélica Moyano, Auxiliadora Aguilar, Inmaculada Aguilar, Inmaculada Calvo, María Fernanda Álvarez y Ana Morente. El cariño y admiración derrochado en dicho acto, a través de sus opiniones, y anécdotas vividas corroboraron lo explicitado, y emocionaron a la familia de Luis del Río presente. Para sus sobrinas como familia directa, Mar Adelantado del Río y para mí misma, el momento nos enorgulleció, por lo que a través de estas líneas agradezco esas palabras públicamente, dado que el valor de un agradecimiento debe hacerse público para que llegue a los interesados, sin tapujo alguno.

Para la conmemoración del Día Internacional del Flamenco, el departamento de Baile Flamenco, encabezado por Inmaculada Aguilar, asimismo, le dedicó un espacio que del mismo modo se agradece públicamente, así como cuantas actividades se realicen a lo largo de tan memorable año. No hace mucho otra profesora del Conservatorio Superior de Málaga, Margarita Barranco, alumna también primigenia del profesor del Río, opinaba que sus coreografías "seguían actuales… para nada desdeñables”.

Figuras de la talla de Matilde o María Pagés, entre otras, también tituladas en tribunales presididos por Luis del Río siempre han destacado el hecho de haber pasado por el centro cordobés. Sin duda, los logros obtenidos en una etapa inicial y oficial constituyen la base para méritos superiores como ha sucedido en cada uno de nosotros en diferente medida.

Desde aquí quisiera dejar testimonio del orgullo que sintió su familia de cada una de sus etapas, y de lo querido que fue, y sigue siendo este cordobés ejemplar, Luis del Río, que dignificó la Danza hasta donde sus fuerzas le permitieron, y que sigue tan presente en mucha gente, de manera especial en quien subscribe.