El Arcángel vuelve a latir en Segunda cinco años después

Un lustro después regresa el fútbol profesional a orillas del Guadalquivir. Mucho tiempo ha transcurrido desde aquel 31 de mayo del año 2019, fecha del último duelo en Segunda del Córdoba antes del de hoy. Entonces perdió por 2-3 frente a Osasuna y descendió a la categoría de bronce. De lo que ocurrió después ya se ha hablado largo y tendido, pero por fin el club blanquiverde se instala en el que debería ser su estatus natural: el del profesionalismo. Esta noche se mide al Burgos y, más allá de «la ilusión y las ganas» de las que habló en la previa Iván Ania, deberá añadir un plus de competitividad con respecto a lo mostrado en Anduva. Porque ahí, en el debut, la división de plata demostró que no espera a nadie y que, si fallas, te castigan.

Seguridad en una idea de fútbol para dar que hablar

Lo que sí ofreció el Córdoba frente al Mirandés fue una idea inamovible. Una creencia futbolística de la que no se duda. Y que refrendó su técnico horas antes del compromiso ante el otro conjunto burgalés de la Liga Hypermotion. «Nuestra idea de fútbol nos va a dar buenos resultados», dijo. Convencido. Y es que ahora no ha lugar para la duda. Menos aún con un equipo joven y, en puestos específicos, con poca experiencia en Segunda. Es la línea en la que se quiere instalar el club blanquiverde. Jugadores con hambre, piernas, físico y juventud que puedan ayudar a consolidarle en la categoría y, por supuesto, que generen plusvalías para seguir creciendo en el futuro. El próximo en llegar con esas condiciones será Marvel, el central del Real Madrid Castilla.

Para crecer, además, normalmente hay que aprender de los errores. Los hubo en Anduva y el técnico asturiano aseguró ayer tenerlos localizados, pero todo se podría resumir en dos palabras: contundencia y competitividad. Cualidades que hay que empezar a conseguir cuanto antes. Ania seguirá esta semana con las bajas de Kuki Zalazar e Isma Ruiz (no se les espera hasta bien avanzado septiembre), mientras que apurará hasta el final para saber si puede contar con el último fichaje, Jude Soonsup-Bell. El atacante inglés, con «un futuro prometedor» según su técnico, aún no está inscrito. Los trámites, al ser extracomunitario, son más tediosos. En el Córdoba, no obstante, tratarán hasta el final poder contar con su ayuda. La que seguro sí tendrán será la de sus aficionados, que han respondido en masa pese a una campaña de abonados sumida por momentos en el caos: cerca de 16.000 abonados tiene a día de hoy el club blanquiverde, que ha superado su límite autoimpuesto de 15.000 y que podría ampliarlo todavía más durante la semana.

En relación al once inicial, Iván Ania podría apostar por un once compuesto por Carlos Marín bajo palos; Albarrán, Lapeña, Martínez y Calderón en defensa; Álex Sala y Theo en el centro del campo; Carracedo, Jacobo y Adilson en línea de tres cuartos y Antonio Casas arriba. El de La Rambla podría ser una de las novedades después de una semana en la que su posible traspaso al fútbol portugués ha quedado en suspenso. Veremos en estos días. Porque hasta el viernes 30, fecha en la que se cierra el mercado, va a haber bastante movimiento.

El Burgos, totalmente asentado en la categoría

Enfrente estará el Burgos de Jon Pérez Bolo, un técnico que recogió el testigo que dejó Julián Calero para mejorar aún más las prestaciones del conjunto burgalés. Se quedó cerquita de pelear por el play off y, al final, firmó un más que meritorio noveno puesto en la 23/24. Su asignatura pendiente el año pasado, y la que quiere corregir este curso, es la de jugar fuera de casa, donde apenas sumó 15 puntos y fue el tercer peor visitante de la categoría. En El Plantío debutó en el presente ejercició con mucha solvencia: ganó 3-1 al Burgos con goles de Ojeda, Fer Niño y Curro.