«Las leyes educan las conciencias de la gente y la sensibilidad por la vida cada vez es menor»

El salón de actos del centro parroquial 'Carmen Márquez Criado' de La Trinidad ha acogido la mesa redonda 'Por el derecho a la vida', con la que se ha iniciado un nuevo curso de 'España en concordia', el ciclo de conferencias y encuentros que pretenden «fomentar la reflexión», como apuntó el director gerente de este periódico, Antonio Prieto Mahedero, en la presentación del acto de ayer. En esta ocasión además con una perspectiva cristiana, acorde con la línea editorial del periódico, recordó Prieto.

Sobre el escenario del salón de actos estuvieron Juan Luis Sevilla Bujalance, Doctor en Derecho y profesor de Derecho Eclesiástico del Estado en la UCO, María Lovera Guerrero, médico de familia y madre de nueve hijos, y ejerció de moderadora la delegada diocesana de medios en Córdoba, la periodista Natividad Gavira. Una indisposición de última hora impidió que se sumara, como estaba previsto, Concha Román del Molino, miembro de la Asociación Provida de Mairena del Alcor.

El acto contó con la presencia de diversas autoridades y personalidades, como los concejales del Ayuntamiento de Córdoba Isabel Albás, Eva Contador y Daniel García Ibarrola; la vicepresidenta de la Diputación Marta Siles, el presidente de la Audiencia Provincial Francisco de Paula Sánchez, el canónigo Fernando Cruz-Conde y el ex-magistrado del Tribunal Supremo Benito Gálvez.

Entre el público asistente hubo representantes de Adevida, Adoratrices, Red Madre y la Plataforma Córdoba por el Derecho a la Vida. El encuentro estaba patrocinado por el Cabildo Catedral.

La vida humana y el hecho religioso

Aunque los argumentos sobre el tema se darían de la mano de un jurista y una médico, Natividad Gavira planteó para abrir el debate si la defensa de la vida y su dignidad se puede desvincular del hecho religioso. En ese sentido el profesor de la UCO fue claro al señalar que «el reconocimiento de la dignidad de la persona nace en el Génesis» y que la vida adquiere valor precisamente desde el hecho religioso. «Dios hace al hombre a su imagen y semejanza» , recordó Sevilla, que en un sucinto repaso histórico habló de la Ilustración y de cómo «aunque se elimina la figura de Dios en la valoración de los derechos humanos, filósofos como Kant reconocen la dignidad de la vida humana».

Ya metidos en el ámbito estrictamente jurídico, Sevilla advirtió sobre la complicación que supone la interpretación de las leyes y puso el foco en normativas como la ley de Reproducción Humana Asistida frente a la del aborto , más conocida, ya que en ella no se le otorga categoría humana al embrión antes de los 14 días, denunciando el uso que de los numerosos embriones humanos congelados se hace para la investigación.

Leyes y conciencias

Pero el apunte destacado en el terreno legislativo lo pondría la médico de familia, María Lovera, al denunciar que tanto sus compañeros sanitarios como muchas pacientes en general cada vez tienen menos sensibilidad por la vida «porque confían en las leyes». «Las leyes educan las conciencias de la gente. Entienden que lo que la ley dice es normalmente ético», en referencia sobre todo a la ley del aborto, cada vez más ancha y amplia en supuestos. En este sentido, el profesor de la UCO recordó que dicha ley «empezó para casos muy concretos» y que con el paso de los años las excepciones se han ampliado «convirtiendo el aborto en algo tristemente común».

Dar testimonio de vida y amor

Frente a este escenario ciertamente sórdido, María Lovera propone «hablar más de la experiencia que tenemos con la vida». Y de la muerte, como paso hacia la trascendencia, o sea, la vida definitiva. Porque María es madre de nueve hijos y uno de ellos «está en el cielo». La doctora dio testimonio de su experiencia y la de su hermana, embarazada de una niña con hidrocefalia que estaba condenada a morir. Decidió llevar el embarazo a término, frente a lo que proponían los médicos, «aunque fuera solo para verle los ojos durante los dos minutos que vivió al nacer», confesó Lovera. Fue un ejemplo claro de cómo unos padres anteponen el valor de la vida aunque esta sea breve, frente a la 'salida' del aborto «porque queremos niños perfectos». «Por el miedo al sufrimiento perdemos todo el amor», añadió la sanitaria, que concluyó diciendo que «hay que rezar muchos por los médicos».

Anticonceptivos y negocio

La mesa redonda transcurrió con otros asuntos relacionados como el abuso de los anticonceptivos orales en las mujeres desde casi la adolescencia, «una plaga» de la que aun se desconocen los efectos secundarios que puede tener a largo plazo; la falta de una verdadera educación afectivo sexual más humana que otorgue valor a la persona y su dignidad; la idea actual que ve en tener hijos una carga que resta comodidad, en ves de ser un valor en sí mismo, y sobre todo el aborto como negocio, denuncia que hizo el profesor Sevilla aportando un dato: en 2019, las clínicas abortivas declararon unos beneficios de 90 millones de euros.

«A todo esto hay que hacerle frente. Con todo respeto, pero con firmeza», concluyó el profesor.