Los jugadores del Huesca celebran uno de los goles de la noche

Los jugadores del Huesca celebran uno de los goles de la nocheRRSS SD Huesca

El Córdoba CF repite ‘partidito’ en El Alcoraz (4-1)

El equipo blanquiverde copia por momentos la actuación bochornosa de Elche y cae derrotado (4-1) en un duelo donde solo reaccionó con el 3-0 en contra

«Si este ‘partidito’ lo hacemos más veces sí sería para preocuparse». Eso dijo el CEO del Córdoba, Antonio Fernández Monterrubio, cuando quiso pedir tranquilidad tras el compromiso inadmisible de Elche. Entonces llegaron dos encuentros en El Arcángel donde los de Iván Ania dieron una imagen diametralmente opuesta, consiguiendo cuatro puntos de los seis en litigio. Así llegó al Alcoraz, con la intención de estrenarse a domicilio y demostrar que también podía ofrecer esa versión fuera de casa. Pero, lejos de confirmarse, lo que quedó claro en Huesca es que el ‘partidito’ a domicilio no fue solo en el Martínez Valero.

De (otro) error de Calderón a un 3-0 sin haberlo visto venir

El partido lo comenzó el Córdoba con la misma idea que ante el Deportivo; es decir, repitiendo once y siendo protagonista con balón. Un equipo aparente hasta que recibe el primer golpe. Y ese volvió a llegar a causa de un nuevo error individual de Calderón. No tiene recambio y se nota. Pero su rendimiento lleva costándole puntos al Córdoba desde que se inició la liga. En este caso, un penalti absurdo del lateral en el minuto 12 lo convirtió Sielva para hacer el 1-0. A partir de ahí, el caos. Los de Antonio Hidalgo aún se preguntan cómo sin hacer prácticamente nada pudieron meter una renta de tres goles.

La respuesta es sencilla: el Córdoba, a nivel defensivo, volvió a ser lamentable. Iván Ania se afanó en la previa en resaltar las virtudes del Huesca a balón parado, pero por mucho que lo intentó… agua. Adilson estuvo francamente blandito para despejar un córner botado desde la derecha y Valentín metió un balón al área que Joaquín se encargó de transformar en el 2-0. Nadie, ningún jugador blanquiverde, consideró seguir a su marca. Y así pasó lo que pasó. Pero lo peor llegó dos minutos después, cuando un centro lateral se paseó por el área cordobesista hasta que Sergi Enrich, que no quiso ser descortés con el regalo, aprovechó para simplemente empujar lo que sería el 3-0.

Por si eso fuera poco, el técnico asturiano del Córdoba tuvo que retirar del campo a Isma Ruiz en el 35’ (se había llevado un golpe en el hombro minutos antes) para dar entrada a Genaro. El Huesca dio un paso atrás y lo aprovechó el cuadro califal para seguir rondando la portería oscense. En esas, y antes del descanso, Carracedo puso un centro al punto de penalti que conectó Adilson con la derecha para meterle algo de pimienta al duelo. Incluso, en los cuatro que añadió Muresan Muresan, Lapeña probó desde media distancia para meter el miedo en el cuerpo a Jiménez antes de que el colegiado señalase el camino a vestuarios.

Una mejoría insuficiente en la segunda mitad

Con esa inercia, y con los cambios de Martínez y Obolskii en sustitución de Marvel y Theo, arrancó una segunda parte en la que el Córdoba mejoró (no era difícil) lo hecho durante los primeros 45’. Mitad por sus méritos y mitad por el paso atrás del Huesca, consciente de que guardaba un botín precioso y que poco tenía que exponer de más. Pronto avisarían los de Ania tras la reanudación con una buena acción por la derecha que culminó Carlos Isaac con un disparo que desvió a córner Dani Jiménez. La respuesta llegó de inmediato por mediación de Joaquín con un tiro que pasó rozando el palo derecho de la portería defendida por Carlos Marín.

Eso fue lo último del cuadro oscense en el choque. Desde ese instante el Córdoba tomó las riendas. Se reclamó un posible penalti sobre Obolskii en el 50’ que Muresán Muresán y el VAR obviaron y, a partir de ahí, el gol merodeó el área de Dani Jiménez con varios intentos de Adilson y Álex Sala. El que sí vio puerta fue Genaro, pero estaba ligeramente adelantado y su gol fue invalidado por el juez de línea. Iván Ania movió piezas dando entrada a Yoldi y Jude, pero sin éxito. Lo que terminó llegando fue la diana de Jordi Martín para el Huesca, que terminaba dibujando un más que sonrojante 4-1 que devuelve todas las dudas sobre el equipo cuando este se encontraba en línea ascendente.

El domingo, más. Otro rival directo y este en mayores apuros. Y por si fuera poco sin José Antonio Martínez, que vio la roja directa tras una falta sobre Soko ya en el añadido. En resumen: el Córdoba va obligado a ganar al Racing de Ferrol en El Arcángel si no quiere que se disparen todas las alarmas.

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