Carracedo e Íñigo Vicente pelean por un balón

Carracedo e Íñigo Vicente pelean por un balónRRSS CCF

El Córdoba CF paga caro su falta de contundencia (1-2)

Los de Iván Ania, que fueron muy superiores al Racing en varias fases del choque, sucumben víctima de sus propios errores

La historia que viene repitiéndose a lo largo de toda la temporada. Pero que, ante un equipo como el Racing, se nota el doble. El Córdoba, muy bien en su puesta en escena y superior a los cántabros durante mucha parte del duelo, se quedó sin premio por lo de siempre: ni arriba logra materializar ni una cuarta parte de lo que genera ni atrás es sólido. Porque ocasiones, ocasiones, lo que se dice ocasiones… el equipo racinguista tuvo dos: las dos terminaron en gol. Así, difícil pensar en competir ante este tipo de rivales. Y hoy, además, con la sensible baja de Alberto del Moral, que se quedó fuera de la convocatoria por lesión. Un mes estará de baja. Todo ello pese a que ayer, en la previa, Iván Ania hablara con total normalidad del toledano. Como si nada pasara. Una más de esta rocambolesca línea de actuación que roza lo surrealista. Así las cosas, Albarrán repitió como lateral izquierdo y Theo ocupó esa plaza que parecía segura para el de Villacañas. El resto, lo que todo el mundo recita de memoria.

El Córdoba arrasa en el inicio

El vendaval no sólo fue en lo meteorológico. Caía agua y un torrente de fútbol a partes iguales. Dos equipos sin ganas de especular. Solo ganas de ganar y eso, claro, se traducía en un ida y vuelta memorable para el espectador. En una de esas, Saúl García terminó diciendo aquello de «tierra, trágame». Porque en el minuto seis la lio por partida doble. Aunque sería injusto obviar que parte de ese desastre lo provocó un inconmensurable Theo Zidane. Primero con una presión sobre el lateral que condujo a un robo de balón y a un envío milimétrico sobre la espalda de la zaga cántabra que aprovechó Adilson para zafarse de Ezkieta y el propio Sául García, llegando tarde a la acción, introdujo al fondo de la red. Era el 1-0. El Arcángel estallaba.

Los de José Alberto apenas podían reaccionar ante la catarata física y ofensiva de los de Ania. Al límite durante los primeros cuarenta y cinco minutos. Tanto que, por un momento, se temió lo peor después de una dura entrada de Carlos Isaac. Para entonces, el partido ya estaba igualado, pues Pablo Rodríguez, al borde del cuarto de hora, anotaba de cabeza en una de las pocas oportunidades del Racing durante el primer acto. Todo lo que vino después fue un querer y no poder blanquiverde, que lo hizo todo bien salvo el último pase. La defensa adelantada del segundo clasificado evitó el que podía haber sido el 2-1, anulado por un claro fuera de juego de Carlos Isaac, que amargó al sistema defensivo racinguista con su posición más centrada cuando el Córdoba tenía el balón. Íñigo Vicente, hoy de vuelta al once, sufría cada vez que tenía que pensar en replegar.

Los primeros cuarenta y cinco minutos dejaron por tanto la sensación de que ambos se encontraban más cómodos atacando y en campo contrario, pero la falta de colmillo imposibilitó que el conjunto blanquiverde se marchara por delante a los vestuarios. La última la tuvo Casas con un cabezazo que se marchó al lateral de la red ya en el añadido.

El Córdoba perdona y el Racing castiga

Tras el descanso las sensaciones eran las mismas. El Córdoba jugaba en campo contrario y solo la falta de acierto le privaba de ponerse nuevamente por delante en el marcador. Como ocurriera en el primer acto, Theo Zidane se erigió en el faro ofensivo del combinado de Ania. Por él pasaban todas las acciones de valor gol en el conjunto blanquiverde. El hispano francés la tuvo al poco de iniciarse la segunda mitad, pero una interceptación salvadora de Montero evitó que El Arcángel rugiera con el segundo. No fue lo único que haría el exmadridista, ya que entre líneas encontró situaciones en la que también estuvo cerca de la portería rival. En este caso, un disparo raso al borde del 60’ se le marchó cerca del palo izquierdo de la meta defendida por Ezkieta.

José Alberto vio el agujero y el partido cambió. Retiró del campo a Arana, metió a Karrikaburu y reforzó el centro del campo con la entrada de Meseguer. Pasó a jugar con tres en medio, el Córdoba dejó de sentirse tan cómodo y, entonces, llegó el mazazo. Andrés Martín, a placer, marcaba en el 63’ después de que Albarrán, fuera de sitio, rompiera claramente el fuero de juego. Grave error del catalán.

Ania movió el banquillo para dar su sitio a Yoldi, Obolskii y Magunazelaia. Forzaba faltas y situaciones de peligro que, al final, terminaban quedándose en el limbo. La desesperación total llegó en el 92’ con un fallo prácticamente a puerta vacía de Yoldi, pero la acción hubiera sido invalidada por fuera de juego. Y poco más ocurrió en estos últimos diez minutos de fútbol en los que el Racing sacó el oficio a relucir para sellar una victoria de esas que marcan una temporada. La falta de gol, por un lado, y la de contundencia por otro, se pagó ante un claro aspirante al ascenso a Primera División. Lo siguiente será visitar Cartagena el próximo domingo a las 18:30 horas.

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