De cuando llegó la Virgen de Fátima a la parroquia de Santa Elena

Hace ya algún tiempo que cayó en mis manos una carta que dirigía a sus feligreses el Rvdo. Sr. D. Antonio Fontiveros, a la sazón párroco de seis de las aldeas de Fuente Obejuna, allá por el año 1949. Son esos retazos de la historia que permiten conocer el origen de las cosas de modo riguroso y narrado amablemente. Pueda parecer que setenta y cinco años no son nada en el curso de los hechos que van forjando la cultura de un pueblo, pero considero que es interesante desvelar cómo llegó la imagen de la Virgen de Fátima que se venera en la parroquia de Santa Elena a todos aquellos que lo ignoran, pues no en vano, actualmente, la romería de las aldeas de La Cardenchosa y Los Morenos se celebra en su honor.

Reproduzco de manera íntegra esta adorable misiva de la que se desprende la sencillez, humildad y piedad, así como el desvelo y atención de un párroco hacia sus fieles. Sin duda, un ejemplo a seguir ya que no tenía que ser fácil hacer una perfecta organización con la dificultad que entrañaba el desplazamiento entre pueblos; un testigo que algunos recogieron y que ya es un tiempo añorado y recordado.

A los feligreses de las Parroquias de Santa Bárbara, Santa Elena y San José y sus anejos de Alcornocal, Pánchez, Morenos y Ojuelos Bajos.

Amados feligreses: Embargado por una alegría de las mayores que he experimentado en mi larga vida sacerdotal, me dirijo hoy a vosotros para comunicaros la nueva y grata noticia de la llegada de una imagen de la Santísima Virgen en su advocación de Fátima.

Gracias a un generoso donante (Don Pascual Arias de Madrid) caballero sin tacha, fervoroso cristiano y devoto singularísimo de Nuestra Señora, la Parroquia de Santa Elena, de Cardenchosa y Morenos, podrá admirar y tener una imagen de esta Celestial Señora que, como blanca paloma de paz y alegría, viene hasta nosotros. Es mi deseo y el de su generoso donante, que la Santísima Virgen, durante el mes de octubre, haga correrías apostólicas a aquellas parroquias y lugares confiados a mi cuidado. Por ello os invito a que de corazón os unáis a este deseo, con la creencia firmísima de ser grato a los ojos de la Virgen y acreedores a su Celestial protección y a lo que es más, a la bendición de nuestro buen Dios.

El domingo, día 2 de octubre, la Santísima Virgen irá a la Parroquia de San José, de Cañada del Gamo, donde se dirá la segunda misa del día, y acto seguido, después de recorrer la feligresía de esta Parroquia, irá a la Iglesia de San Isidro, filial de esa Parroquia, donde se rezará la tercera misa y procesión por dicha aldea.

Domingo, día 9, la Santísima Virgen irá a la Iglesia filial de la Santa Cruz, de Alcornocal, donde se dirá la segunda misa del día. Acto seguido, procesión por dicha aldea y traslado a la aldea de Los Pánchez, donde después de recorrer en procesión dicho vecindario, regresará por la tarde a esta Iglesia Parroquial de Santa Bárbara, de mi residencia.

Desde ese día hasta el último domingo de octubre, podrá ser visitada y admirada dicha imagen en Ojuelos Altos, donde, como tributo de amor y reparación –cumplimiento del santo mensaje de Fátima-, se le hará una solemnísima novena, en reparación de los ultrajes hechos a su inmaculado corazón y al de su Divino Hijo, ofrecido también por la conversión de los pecadores. El día 30, domingo y fiesta de Cristo Rey, será trasladada, a las nueve de la mañana, a la Iglesia Parroquial de Santa Elena, de Cardenchosa, lugar escogido para su Santa residencia, rogando muy encarecidamente a todos los vecinos que se han visto favorecidos por tan Celestial visita acompañen a esta Santísima Peregrina a su casa, donde a su llegada se celebrará la Santa Misa, cantada por voces angelicales de los niños de mi feligresía.

Es también mi deseo que al paso de la Virgen se presenten los enfermos e impedidos y se expongan a Nuestra Señora nuestras grandes necesidades, tanto espirituales como corporales, por si fuéramos dignos de los grandes prodigios que viene realizando. Asimismo se soltarán palomas, se echarán flores, y nuestras mejores galas se lucirán ese día, dando de esta manera realce y esplendor a dicha fiesta. En esta última correría, y dado el gran trayecto (seis kilómetros) pueden utilizarse caballerías, dando un realce típico de romería andaluza a esta fiesta. De vuestra piedad y devoción espero una compostura y respeto que sean, no sólo ejemplo para las personas extrañas que nos visiten este día, sino un digno ejemplo de edificación y fervor religioso.

Sólo me resta daros por anticipadas las más expresivas gracias y rogar muy encarecidamente a las dignísimas autoridades de todo orden y sobre todo a los Alcaldes Pedáneos de esta feligresía, cuiden no sólo del orden y respeto, sino del adorno de los edificios, rogando a su vez a sus vecinos cuelguen las fachadas y levanten arcos de tributo, honor y alabanza.

Seguro estoy, guiado por mi fe, que si así lo hacéis la Santísima Virgen Nuestra Madre, derramará sobre nosotros sus celestiales bendiciones como así lo espera y desea quien os bendice de corazón y es vuestro humildísimo servidor y párroco,

Antonio Fontiveros, Presbítero (Ojuelos Altos, 30 de septiembre de 1949).