Al Baile

Hoy, en una acera ancha, si muy ancha, pero minorada por las numerosas mesas de veladores, carril bici, zona arbolada y un resto de zona muerta inaccesible por su anchura, me encontré con mi amigo Manolo, el de las máquinas de coser de la Viñuela. Habíamos quedado para tomar un vino fino de Puente Genil que parece que te engancha y te induce a tomar el segundo medio, acompañado de una tapa de tortilla.

Habían dado ya las 21:00 horas y las terrazas estaban como la plaza, «¡abarrotaaa!». Ante tal bullicio, mientras degustábamos «Tertulia», y en medio de nuestra charla, surgió la propuesta. Manuel me dijo, … «No eres capaz de que nos vayamos un poco más tarde al baile». En aquel momento me vino a la cabeza la verbena de barrio, el baile de asociación de vecinos, el encuentro de los centros de tercera edad o los actos de convivencia de los Centros Cívicos; y hasta la verbena de La Paloma. Pero no, estaba equivocado. Enseguida me lo aclaró.

«Que nos vamos Al Baile», que es un lugar que se ha caracterizado siempre por su alegría. Los asistentes poseen un espíritu inquieto y festivo, que aprovecha cualquier oportunidad para evadirse de la rutina o su soledad y estrechar la comunicación social y los lazos de amistad. Solo hay baile, de ahí su nombre. Sin orquestas o músicos, sin banda invitada. Música de disc-jockey, baile y convivencia para personas de nuestra edad”. Añadió que el lugar se encontraba en el Arenal.

Y pensé que en parte llevaba razón, que con la llegada a cierta edad, las personas mayores tenemos mucho más tiempo libre para realizar otras actividades. Muchas veces, son aficiones que hemos tenido que aplazar. En otros casos, se trata de nuevas actividades de ocio que iremos descubriendo poco a poco. Y en otras, de actividades que no se pueden considerar ni como puramente de ocio ni como ejercicio; son más o menos una combinación de ambos. Es el caso del baile en la tercera edad. Por un lado, es una actividad de ocio divertida. Por otro, proporciona numerosas ventajas a los que lo practican.

También es bueno para la memoria, ya que habrá que retener los pasos de cada baile y la música de cada uno de ellos. Y sirve como estímulo para el cerebro. Por otro lado, también previene ciertas enfermedades neurodegenerativas. O puede frenar sus avances. Es el caso del Parkinson, gracias a que el baile obliga a realizar ejercicios de bloqueo de la marcha en varios momentos, además de potenciar el equilibrio. Y nos fuimos al Arenal.

Ya desde el lugar donde yace el esqueleto de los restos de portada triunfal de la Feria, se escuchaba el ambiente. Parecía que sonaba bachata en ese momento. Seguimos adelante y tras un aparcamiento cómodo por el espacio allí existente, nos dispusimos a entrar. El recibimiento fue espectacular. Solo faltó que nos abrieran la puerta del coche. Amabilidad, cortesía y amistad se percibía desde el principio. Después de pagar 6 €, dijimos, «Ya estamos en “Al Baile».

Donde creía que estaríamos casi solos, encontramos un ambiente genial. Después de saludar a algunos amigos y conocidos (Rafaela, Mamen, Antonio, María José, Carmen, Paqui, José Antonio, Miguel….), me fui a la barra a canjear la entrada por la bebida correspondiente. Allí coincidí con Francisco, uno de los responsables del recinto. Y nos pusimos a charlar.

«Al Baile» está en la parcela que en la feria de mayo ocupa la caseta de UGT. En junio de 1995, aprovechando la entrada de los nuevos regidores del ayuntamiento (PP), algunos de los trabajadores solicitan que permanezca el recinto abierto todo el año, ofertándose algunos días de la semana encuentros de baile a personas, principalmente mayores de 60 años. Nacía en el Arenal un punto de convivencia y diversión.

Según Francisco, … «Se creó basándose en la demanda del mismo público. Es cuando nace la primera Sala de Baile de Salón en Andalucía. Nuestro objetivo no era otro, sino la difusión de estos tipos de baile ofreciendo enseñanza y ocio a las personas mayores.» La música de aquellos años era merengue, chachachá y salsa, … «Con el tiempo y el paso de los años se van incorporando otras músicas, hasta que sobre 2016/17 se incorpora la fiebre por la bachata. La música típica de Andalucía como flamenco y sevillanas, no puede faltar».

Principalmente, la apertura al público de esta sala de baile es de jueves a sábados, y algunos domingos, alternando las actividades lúdicas con las de baile, según programación. A partir de este mes de octubre, una vez al mes, se celebran actividades de convivencia a mediodía.

Sobre el número de asistentes nos decía que, … «La media de asistencia de público un sábado es de 450 personas, oscilando esta media entre las 300 y 600, según día. Cuando se organiza una noche especial, como la pasada «noche blanca», la asistencia oscilaba alrededor de las 900 personas». También aclaraba que, … «La mayoría de las personas que asisten son mayores de 55 años. Generalmente, son parejas, personas solitarias y grupos de estas, solteras, separadas o divorciadas». Finalizaba sus palabras sintiéndose orgulloso de la labor social que, después de casi 30 años, vienen ofreciendo a las personas mayores de la capital y de algunos municipios cercanos de la provincia, … «Que acuden cada semana a un encuentro de amigos, y a pesar de su edad, aún pueden seguir diciendo «me voy de marcha, me voy de fiesta con los amigos». Es como si vinieran a coger oxígeno y vida para el resto de la semana».

Y es que hay que reconocer que la práctica del baile en la tercera edad permite socializar a las personas mayores. En muchos casos, gracias al baile podrán hacer nuevos amigos. Esto es muy importante en un periodo de su vida en el que algunos se quedan solos y otros buscan quedarse para darse un baño de diversión. El Baile en la tercera edad es bueno tanto para la vida social como para la salud. Además de nuevas relaciones, mejorarán su coordinación, permitiéndoles hacer ejercicio mientras se divierten y mejorar el sentido del equilibrio y del ritmo. Por otro lado, es una actividad excelente para quemar calorías y mantenerse en forma.

Así que, … Ya no tenemos escusas… ¡A bailar! ... que en nuestra ciudad existen bastantes salas más. Por cierto, hay quien sale de estos lugares cantando aquello de «Arrebato», … “Me quedo con quién me cuida, me quedo con quién me valora, con quién me hace reír y ríe conmigo, da igual la hora. Me quedo con quién escucha atentamente mi desahogo, con quién procura mi bien, con quién se queda a pesar de todo “ … Porque gente luminosa, todavía, existe en muchas partes.