La aceraAntonio Cañadillas Muñoz

Puntos de encuentro, convivencia y participación

Son espacios de encuentro para la cultura, lugares de libre transmisión e intercambio de conocimientos a través de la experimentación colectiva

Actualizada 04:30

Aprovechando que esta mañana había refrescado no madrugué mucho. Sobre las 9:00 de la mañana me dirigí hacia una zona que ha formado parte de mis días. La zona sureste de la ciudad era mi objetivo. Al llegar a la plaza de la Juventud vi el edificio de la calle Hernando de Magallanes, esquina con Compositor Serrano Lucena que se construyó para el primer cine del barrio. Eran los años 1970. Posteriormente, se cerró por ciertos problemas y el edificio se rehabilitó para construir el primer Instituto público de la barriada. El instituto «Fuensanta» que impartiría Bachillerato y C.O.U.

Al ver el edificio me vinieron muy buenos recuerdos. Allí estuve destinado cuatro años y pude trabajar con personas maravillosas. Recordaré así a Ramón Castroagudín, Fernando Riaza, Pepe Moya, Eduardo Castaños, Fernando Benito, José Luis Casas, Vicente Mengual, y otros muchos. El edificio está destinado actualmente al Instituto Provincial de Educación Permanente (IPEP de Córdoba), que es un centro público de educación de personas adultas, que imparte ESO, Bachillerato, prueba de acceso a la Universidad, prueba de acceso a los Ciclos Formativos, prueba libre de Bachillerato, etc. en las modalidades presencial, semipresencial y a distancia.

Seguí caminando, por la calle Pintor Pedro Bueno hacia Avenida nuestra señora de la Fuensanta. Al llegar a las puertas del Colegio Cervantes, una joven pareja me paró. Su acento no era cordobés, más bien de Navacerrada para arriba. Estaban buscando algo que no encontraban. Tras el saludo, me dijeron, … «Perdón, estamos intentando localizar un edificio donde te informan de muchas cosas de la ciudad, te orientan en temas sociales y ofrecen espacios para uso y convivencia». Rápidamente, me vino a la cabeza lo que buscaban; se trataba del Centro Cívico del barrio. Los invité a seguirme para llevarlos al mismo, mientras les explicaba lo que eran esos centros y lo que en ellos se podía hacer.

Comencé explicándoles que estos Centros son una institución pública organizada territorialmente para la prestación de servicios y favorecer la participación al ciudadano en los asuntos propios de la colectividad, en la esfera de las competencias municipales. Son equipamientos ubicados en los distintos Distritos o zonas en las que la ciudad se divide y organiza. En ellos se desarrollan distintas actividades y se prestan diferentes servicios por parte de Departamentos Municipales territorializados: Participación Ciudadana, Servicios Sociales, Biblioteca, Igualdad, Oficina de Atención Ciudadana, … Y otros servicios.

El mismo ayuntamiento los define como «Los Centros Cívicos responden, fundamentalmente, a dos motivaciones: dar satisfacción a la demanda de servicios por una población cada vez más exigente, prestándolos en instalaciones polivalentes cercanas a la ciudadanía, ofreciendo unas relaciones con dicha población más abiertas y participativas. Estos propósitos conducen necesariamente a concebir un tipo de institución integrada en el tejido social y que desarrolla el derecho constitucional de la participación de la ciudadanía en los asuntos públicos».

Les decía que eran como unos pequeños ayuntamientos abiertos a los vecinos en los que se desarrolla una actividad de promoción social y cultural, caracterizándose por el fomento y la dinamización de la vida social y cultural del Distrito y la lucha contra la desigualdad. Se constituyen como eje del proceso de desconcentración administrativa y de gestión. Integran las distintas áreas y servicios en un programa único, adaptado a las necesidades de cada barrio o distrito. Sirven a los intereses colectivos y satisfacen las demandas de la población desde la proximidad a la ciudadanía. También apoyan la misión de las organizaciones ciudadanas facilitando recursos y asesoramiento técnico y administrativo.

Por resumirle brevemente el paquete de cosas que se ofrecían les enumeré algunas como, información sobre colegios cercanos a su domicilio, cursos de diferentes especialidades, gimnasia, informática, servicio de biblioteca, sala de estudio, salas de reuniones, asesoramiento para la búsqueda de trabajo, orientación para asociaciones y actividades de convivencia según las edades… cursos de baile de sevillanas y hasta clases de flamenco y de tocar las castañuelas… Al joven se le escapó en ese momento un , … «Olé», mientras se tapaba la boca con una mano.

También les aclaré que el órgano encargado de mantener estos equipamientos es el ayuntamiento y su gestión está basada en la participación ciudadana. Es éste el eje vertebrador de estos equipamientos, entendiendo la participación ciudadana como el derecho y el compromiso del ciudadano, individual y colectivamente, a participar activa y directamente en la toma de decisiones que afectan al desarrollo vecinal y cultural. Finalizaba diciéndoles que son espacios de encuentro para la cultura y la participación, lugares de libre transmisión e intercambio de conocimientos a través de la experimentación colectiva.

Al llegar a la puerta del Centro Cívico Fuensanta, uno de los 13 existentes en la capital, a los que hay que sumarles 6, uno en cada barriada periférica, los invité a entrar en el convencimiento de que aquel centro estaba dirigido por Mar, Técnico de Grado Medio, Graduada Social, una de esas excelentes técnicos municipales que existen, y mejor persona, experta además en temas sociales. Tenía la certeza de que sus dudas serían aclaradas.

¿Para qué sirve un Centro Cívico?, ¿Qué actividades se realizan en él?, ¿Quién programa sus actividades?, ¿Qué tipo de personas participan más en el centro?… ¿Cómo se relacionaba la gente del barrio?, ¿Cómo se fomenta el encuentro vecinal?, Los hábitos de los vecinos y el incremento de la sociabilización y de la participación…¿Qué actividades son las más demandadas por los usuarios?, ¿Qué relación existe entre las actividades y los problemas del barrio?, ¿Tiene la organización de las actividades un carácter voluntario?, ¿Existe voluntariado social en el Centro?, ¿Qué papel juega en sus actividades?, … ¿Existen actividades encabezadas por ONGs?, … Son preguntas lógicas de personas que asisten por primera vez a estos espacios de ciudad.

Los 19 Centros Cívicos y otros equipamientos de proximidad dependen de las distintas Juntas Municipales de Distrito del Ayuntamiento de Córdoba. Según los centros, te puedes encontrar a informadores de ciudadano o tributario, bibliotecario; un departamento de servicios sociales con personal especializado, con dirección, trabajadores sociales, educadoras, auxiliares administrativos; un departamento de participación ciudadana con dirección, Junta Municipal de Distrito, coordinador de programas y auxiliar administrativo, y otros. Bajo mi humilde opinión, habría que subir la apuesta de servicios al ciudadano con la inclusión de la figura de psicólogo especializado en cada centro, creando las plazas en las relaciones de puestos de trabajo (RPT).

comentarios

Más de Córdoba - Opinión

tracking