Un amor infinito que no es correspondido
El obispo de Córdoba llama a la reflexión en la Fiesta del Sagrado Corazón de Jesús
En la carta pastoral de esta primera semana de junio, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, ha instado a los fieles a profundizar en el misterio del Sagrado Corazón de Jesús, destacando la importancia de corresponder a ese amor divino. Coincidiendo con la celebración de esta festividad el viernes después del Corpus Christi, el obispo ha subrayado que el amor de Jesucristo simboliza el centro del misterio cristiano.
La carta pastoral comienza recordando que «el misterio cristiano se centra en una persona, Jesucristo. Y en esta persona todo se resume en el amor». El prelado cita a San Juan de Ávila, quien exhorta a los creyentes a refugiarse en el Corazón de Cristo: «Metámonos en las llagas de Cristo, y no para luego salir, sino para morar, y principalmente en su costado, que allí en su corazón partido por nosotros cabrá el nuestro y se calentará con la grandeza del amor suyo».
Monseñor lamenta la falta de correspondencia al amor divino, una preocupación compartida por santos como San Francisco de Asís, quien proclamaba: «¡El Amor no es amado!». Esta frase, que da título a la carta pastoral, resuena como un advertencia a los fieles a no permanecer indiferentes ante el sacrificio y el amor de Jesucristo.
El culto al Sagrado Corazón, según explica el obispo, se expandió notablemente gracias a las visiones de Santa Margarita María de Alacoque, quien experimentó apariciones del Corazón de Cristo en Parey-le-Monial en 1673. Estas visiones subrayaban la ingratitud y frialdad de la humanidad ante el amor divino, motivando prácticas devocionales como los primeros viernes de mes y la consagración al Corazón de Jesús.
El obispo de Córdoba también recuerda la figura del Padre Bernardo de Hoyos, un joven jesuita español que recibió revelaciones del Sagrado Corazón en el siglo XVIII, y menciona otros devotos prominentes como Santa Teresa del Niño Jesús y San Juan Pablo II, quien instituyó la fiesta de la Divina Misericordia.
El obispo concluye su carta pastoral refiriéndose a Don Gaspar Bustos, recientemente fallecido, quien fue un ferviente apóstol del Sagrado Corazón en Córdoba durante más de 40 años. Fernández insta a los fieles a seguir su ejemplo y no ser «sordos a esta llamada» ni «fríos ante este ardiente horno de amor».
La festividad del Sagrado Corazón de Jesús, recuerda el obispo, es una invitación a vivir conscientes del inmenso amor de Cristo y a responder adecuadamente a su divina misericordia.
Pueden leer íntegramente la carta en este enlace.