Misa Capitular en el Santuario de la Fuensanta, presidida por Mons. Demetrio Fernández
«Que todos sean uno»
El obispo recuerda en la Semana de la Unidad de los Cristianos la importancia de la obra de Osio
Con motivo de la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, dedica su carta semanal a vincular esta celebración con la efemérides que este año se conmemora, como es el 1.700 aniversario del Concilio de Nicea en el que tuvo un papel fundamental el cordobés Osio.
El prelado parte del pasaje de la resurrección de Lázaro y recuerda la frase de Jesús -«Yo soy la resurrección y la vida, el que cree en mí, aunque muera vivirá»- y recuerda que este Año Jubilar es «año de gracia, año de perdón y misericordia por parte de Dios».
Demetrio Fernández, obispo de Córdoba
«Cuando me jubile me gustaría estar confesando en una parroquia toda una tarde, porque ahora no tengo tiempo para eso»
Además, en este año se conmemora el 1.700 aniversario de la celebración del Concilio de Nicea, «el gran Concilio Ecuménico, en el que participaron 318 Padres, sobre todo orientales, presididos todos por el que entonces era obispo de Córdoba, el obispo Osio de Córdoba».
Con este motivo, Demetrio Fernández, lo califica como «la persona más destacada de Córdoba a lo largo de los siglos» y avanza que «hay buenas perspectivas» para que pronto se le pueda rendir culto como santo.
Una exposición y un congreso
Para celebrar este aniversario del Concilio de Nicea, uno de los siete celebrados por los cristianos en unidad, el obispo avanza la celebración de una exposición entre abril y junio en la Mezquita Catedral así como un congreso en junio titulado 'Símbolo: la fe de Nicea'.
En esta carta semanal califica de «drama» la división de los cristianos y afirma que «el concilio Vaticano II ha supuesto un gran avance en este camino hacia la unidad, favorecido también por la globalización en todos los sentidos». Por este motivo, recuerda que «hace falta más oración, más signos de comunión y de acercamiento» y concluye afirmando que «es necesario que el mundo, que se aleja de Dios, perciba la unidad de los cristianos como un signo de que Jesucristo es el enviado del Padre».
Puede leer íntegra la carta semana en este enlace.
