Madrid
'The New York Times' ensalza a Madrid como destino turístico de primer orden
La capital ha alzado el vuelo hacia la cumbre del turismo en España y no pretende bajar de marcha. Mientras en tiempos anteriores era Barcelona la ciudad estrella para titulares extranjeros, cada vez son más los medios internacionales que se hacen eco de Madrid como destino «de primer orden», tal y como ha definido recientemente The New York Times a la Villa y Corte.
El diario neoyorkino se ha fijado en Madrid para que protagonice una de las entradas de su ya consagrada serie 36 horas en..., en la que sus periodistas recorren las principales ciudades del mundo en busca de los mejores planes turísticos.
Con este reportaje firmado por Andrew Ferren –que vivió durante 20 años en la capital española–, The New York Times ha querido ensalzar, en primer lugar, el céntrico «triángulo de oro del arte» –anclado en los museos del Prado, Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza– de Madrid, que «constituye una deslumbrante peregrinación para los amantes del arte».
El periodista ha hecho alarde del carácter madrileño de acogida al forastero, ya que, para Ferren, en Madrid «todo el mundo es bienvenido». Asimismo, ha subrayado la pronta recuperación tras la pandemia del sector hotelero, recordando la avalancha de aperturas de hoteles como el Edition, el Four Seasons, el Mandarin Oriental o el Hard Rock.
36 horas en Madrid
En las 36 horas que se resumen en el reportaje, son numerosos los museos, restaurantes y espectáculos que el diario neoyorkino destaca. La recién inaugurada Plaza de España fue la protagonista de la primera tarde que los periodistas del Times disfrutaron en Madrid. De esta, el reportaje ha alabado sus nuevos paseos arbolados y parques infantiles, que «se han convertido en un imán para vecinos y visitantes».
«Una bailaora vestida de oro actúa en el escenario con un guitarrista sentado y dos mujeres vestidas de azul». Así describe Ferren su experiencia en el Corral de la Morería, un histórico tablao flamenco al sur del Palacio Real. Explica que los comensales de este lugar pueden disfrutar de nueve platos del chef vasco David García antes de tomar asiento VIP para la actuación flamenca en la sala principal, similar a una taberna.
En cuanto a museos, The New York Times se ha centrado en aquellos «que no requieren medio día para ser explorados»: el Museo Geominero, el cual ha descrito como «un joyero de cuatro plantas de estilo Beaux-Arts de 1917 repleto de delicias minerales y fósiles» y el Museo Sorolla, conocido sobre todo por sus imágenes bañadas por el sol de niños retozando y señoras a la moda disfrutando de la playa.
Asimismo, los periodistas visitaron la Real Fábrica, con mantas de mohair de la Rioja, juegos de café de esmalte retro del País Vasco, y Cocol, que vende alpargatas mallorquinas en una elegante gama de colores y cerámica inspirada en la vajilla tradicional de Talavera de la Reina.
Ferren comenzó la noche madrileña con el concepto de «la primera copa», «esa primera copa postprandial en un lugar algo sofisticado antes de que la noche evolucione (o se desvirtúe)», en palabras del periodista. Destaca Jack's Library, un bar escondido que ofrece cócteles artesanales en Chueca, escondido detrás de una floristería.
En el reportaje recomiendan, además, la visita al austero Monasterio de las Reales Monjas Descalzas, hogar de las hermanas clarisas, orden dedicada al sacrificio y la espiritualidad. Subrayan los tapices de la Eucaristía del artista flamenco Pedro Pablo Rubens.
Por último, Ferren recuerda que este año se conmemora el 50 aniversario de la muerte de Pablo Picasso. Para celebrarlo acudieron al Museo Reina Sofía para contemplar el Guernica, una de las obras cumbre del pintor español.