Cruz franquista situada en Guadarrama

Cruz franquista situada en GuadarramaBlog - El día que me hice mayor

La historia oculta que hay detrás de la caída de la cruz de Guadarrama

Hay muchas incógnitas que rodean a este misterio de la sierra madrileña

La sierra de Guadarrama fue uno de los puntos calientes durante la Guerra Civil española; miles de casquillos y obuses se tiraron sobre este lugar. Con el paso del tiempo muchos artefactos explosivos han salido de nuevo a la luz recordando los vestigios de este conflicto entre españoles. Cientos de miles de combatientes de ambos bandos murieron en batalla. Por ello, el régimen construyó muy cerca del Alto del León una cruz para homenajear a sus caídos.

Este monumento pasó a mejor vida hace treinta años, aproximadamente, según los vecinos del lugar. En la actualidad luce un triángulo apoyado sobre el suelo de la sierra de Madrid.

Este emblema franquista está a 2,5 kilómetros del Alto del León, en un camino montañoso que lleva hasta un pueblo de la provincia de Ávila llamado Peguerinos.

La cruz derruida está en pleno monte, rodeado de pinos y condenada al olvido por el paso del tiempo y la falta de conocimiento de muchos madrileños que no conocen este lugar y mucho menos esta cruz.

Para poder acceder a ella hay que atravesar un terreno escarpado, típico de la sierra del noroeste de la capital. La tarea se facilita si se va con un todoterreno o una moto de campo.

La cruz tiene tallado el icónico yugo y flechas del partido de la Falange.

Imagen de la cruz derruida

Imagen de la cruz derruida

Un misterio difícil de resolver

Pero, ¿cómo cayó esta cruz? Hay muchas incógnitas que rodean a este misterio. Expertos han indicado que sin una fotografía del estado original es imposible decantarse por alguna de las posibilidades que se barajan.

Ningún archivo regional y fotográfico contiene este documento que avale su estado original, por lo tanto la incógnita sobre si cedió por si sola o la derruyeron seguirá hasta previo aviso.

Aunque hay una ligera hipótesis apoyada en el testimonio de los vecinos de la zona. Muchos han asegurado que sobre los años 90 la cruz ya estaba derruida, mientras que otros hablan de que a finales de los 60 estaba en pie. Por lo tanto, en esta franja de tres décadas la cruz se pudo venir abajo.

Otra hipótesis que se baraja está referida al tipo de suelo de la sierra madrileña, formado por piedras muy antiguas y sedimentos que favorecen que en ocasiones el terreno ceda, tal y como sucede con los artefactos explosivos de la Guerra Civil.

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