Manolo Bakes: la historia que nadie conoce sobre el negocio más dulce de Madrid
Este icónico dulce se creó por un error en las cantidades de mantequilla
Madrid tiene una amplia gastronomía que ha llegado a hacerse en hueco dentro del panorama culinario de nuestro país. Su plato de cuchara por excelencia es el cocido y su postre la corona de la Almudena y las rosquillas de San Isidro, pero en los últimos años ha surgido un dulce que está pisando fuerte y ha creado un imperio que ha traspasado los límites de la capital, los Manolitos.
Su historia se remonta treinta años atrás en la antigua Pastelería Artesanal Manolo, ubicada en el municipio madrileño de Colmenar Viejo. Este negocio familiar fundado por Manolo Manzano decidió seguir la tradición de sus antecesores.
Su abuela fue la precursora ya que le concedió un préstamo que a posteriori ha dado al imperio más dulce de la capital. Tras mantener la primera tienda, abrió tres más en el municipio madrileño y se fue expandiendo por Madrid.
Un éxito gracias a un fallo
La clave del éxito de este negocio se debe a su postre por excelencia, los Manolitos. Unos pequeños cruasanes que se crearon por un error en las cantidades de mantequilla; el postre no esponjó lo suficiente y se quedaron con el tamaño que hoy conocemos.
En cuanto al nombre, la gente fue quien los bautizó de esta manera dado el nombre de su maestro pastelero. Su popularidad al principio era tal que se llegaban a crear largas colas en las tiendas, en especial en la de Tres Cantos.
El 12 de noviembre de 2012 Remedios Manzano, la hermana mayor, acudió a la Oficina Española de Marcas y Patentes y lo registró. En la actualidad venden unos 7.000 kilos al mes o 500 kilos diarios.
Una rivalidad hermanada
El artífice de este rebautizo es Pablo Nuño, un economista y banquero que tras ver el exitazo de la pastelería de Manolo Manzano les propuso crear una franquicia, idea que rechazó la familia y que lanzó al empresario a fundar su propio negocio bajo el nombre de Crosantino.
Este 'sucedaneo' duró poco tiempo y finalmente ambas partes se hermanaron y decidieron fundar De Boca En Boca, la empresa a la que pertenece Manolo Bakes, operativa desde 2018.
Un detalle muy curioso es que el jugador del Atlético de Madrid, Álvaro Morata, forma parte de esta empresa. Hay que remarcar que ya lo hizo con Croisantino y cuando se fusionaron ambas partes, pasó a ser socio de esta empresa.
Negocios centenarios de Madrid
Los nueve negocios centenarios de Madrid que son un referente en su sector
Una historia humana
Una de las anécdotas más entrañables que tiene esta franquicia es el momento en el que ayudaron a Manolo, el del Bombo. El confinamiento provocó que cerrará el bar que regentaba desde hace años. A su rescate salió Manolo Bakes que le contrató como padrino de la entidad.
El forofo de la selección española cobra una pensión de 800 euros y sin la ayuda de la empresa de los manolitos, el hombre se hubiera quedado sin fondos con los que vivir y seguir adelante.