Mónica Lavín (PP): «Lo que eliminan las nuevas leyes LGTB es que las asociaciones controlen los currículos»

el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso ha registrado dos proposiciones de ley para modificar las leyes LGBT y Trans de la Comunidad de Madrid. La diputada del Grupo Parlamentario Popular, Mónica Lavin, es artífice de estos cambios. Lavin conversa con El Debate para detallar en qué consisten las nuevas leyes y cómo afectarán.

–¿Cree que quedan cosas aún por mejorar?

–Esta reforma se ha hecho escuchando a las sociedades científicas, a los expertos en la materia y observando lo que ha sucedido en otros países europeos como Suecia, Noruega, Finlandia, Reino Unido o Dinamarca. Asimismo, se ha tenido en cuenta a las familias y docentes. Hay que ser exigente y estar siempre atento a mejorar lo que se pueda mejorar, especialmente cuando está en juego la protección de los menores. Y este es uno de los motivos por los que la reforma se aprueba en este primer periodo de sesiones.

–¿Es verdad que desprotege a las personas LGBT?

–No, eso es absolutamente mentira. De hecho, es lo contrario. Esta ley es más garantista en la protección efectiva de los derechos de todas las personas, empezando aquí por los transexuales, intersexuales, LGTBI, homosexuales. Por fin esta protección se vuelve real, efectiva y plural. No sólo no se desprotege un ápice, sino que se refuerzan los derechos y la protección. Se refuerzan porque se profesionalizan los servicios, en todos los ámbitos, para mayor protección de todos. Lo que se eliminan son los privilegios injustificados de una oligarquía que tenía secuestrada la libertad de tantas personas y las políticas públicas.

Es absolutamente mentira que las nuevas leyes de Madrid desprotejan a las personas LGBT

–¿En qué repercutirá esto en los colegios?

–Se profesionaliza la Educación, se devuelve la confianza a los maestros y profesores, así como la libertad de cátedra y la de las familias, todas ellas consagradas en la Constitución. Se devuelve a los padres su sitio, a las escuelas su sitio y la libertad del alumno.

Lo que se elimina, de nuevo, es la obligación de controlar todos los currículos por parte de las asociaciones y del consejo LGTBI.

El compromiso de las instituciones frente a la discriminación es mayor que nunca, por eso ahora ejercerán plenamente, y sin intermediarios no cualificados, sus funciones de velar por todos los que lo necesiten, especialmente en la protección de la infancia.

–¿Qué se busca con la eliminación de la inversión de la carga de la prueba?

–Que todos los artículos de la ley sean congruentes con la Constitución. Se busca mayor seguridad jurídica. Que no por proteger los derechos de unos se conculquen los derechos de otros. Se pretende garantizar el derecho a la presunción de inocencia y a la tutela judicial efectiva.

–Hay asociaciones que han sido financiadas por la propia Comunidad de Madrid que ahora se manifiestan contra estos cambios ¿Qué le parece?

–Demuestran que defienden sus propios intereses y no los derechos de nadie. Ahora tendrán el mismo régimen de participación que cualquier otra asociación, representando en la medida en que cumplan los requisitos que se exigen a todas las demás. Pierden el monopolio que se habían arrogado y por eso se manifiestan.

–¿Por qué se ha tardado tanto?

–Era una medida anunciada por la Presidenta, forma parte del programa electoral que han votado la mayoría de los madrileños, el momento es ahora, con la confianza y el respaldo demostrado. Además, la ley estatal se aprobó en febrero del año pasado. Era necesario esperar a ver cómo se armonizaba la normativa autonómica con la estatal.

Era necesario esperar a ver cómo se armonizaba la normativa autonómica con la estatal

–Los cambios se anunciaron en un momento en el que la actualidad estaba centrada en la amnistía y sin apenas anuncio. ¿Hay intención de que esto pase desapercibido?

–No, no lo hay porque estamos orgullosos de esta reforma. Es una ley, ahora sí, para todos. Devolvemos el rigor y la ciencia frente a la ideología. Es una ley que protege especialmente a los menores.

–¿Qué cambio destacaría de la ley?

–Precisamente ese, el de la protección a los menores y la descriminalización de la intervención de los profesionales de la salud, que hasta ahora no podían hacer una evaluación ni un acompañamiento psicológico si un menor manifestaba su deseo de cambiar de sexo. Y todo lo que tiene que ver con recuperar la libertad perdida y la seguridad jurídica. Es la reforma de la dignidad, el respeto, la normalidad y la Constitución.