La profesora que expulsó a El Debate de la acampada propalestina de la Complutense: «Los medios son armas de destrucción masiva»

El pasado martes, reporteros de El Debate, fueron expulsados de la concentración propalestina que se estaba celebrando en el campus de la Complutense en Ciudad Universitaria. Entre gritos de «¡fuera fascistas!» varios estudiantes, liderados por la profesora de Sociología Política, Ángeles Díez, impidieron a los periodistas de este periódico hacer su trabajo y les obligaron a abandonar el lugar.

Una actitud por parte de esta profesora, doctora en Ciencias Políticas y Sociología y que codirigió un curso en la Complutense de «Medios de comunicación y manipulación», que no sorprende si observa su trayectoria y sus declaraciones sobre los medios a lo largo de los años.

En este sentido, Díez participó en un homenaje al fallecido presidente de Venezuela Hugo Chávez, en el que también estuvo el fundador de Podemos, Pablo Iglesias, en Comisiones Obreras en 2013 donde llegó a proclamar que «los medios de comunicación son las armas de destrucción masiva más potentes que tienen nuestros gobiernos contra sus pueblos y quieren acabar con nuestras conciencias».

Además, en otra conferencia celebrada en 2015 en la Universitat Rovira i Virgili de Tarragona, Ángeles Díez también arremetió contra los medios de comunicación, a los que definió como un arma que utiliza el capitalismo, «un sistema basado en la explotación», para «subsistir apropiándose de las conciencias».

«Es falso que haya muchos medios privados que garantizan las pluralidad, su objetivo es mantener y reproducir los intereses del grupo de empresas del que forman parte y la reproducción del sistema», esgrimió.

Para esta profesora, igual que «nos podemos apropiar de los medios de producción nos tenemos que apropiar de los medios de comunicación» pero, siempre teniendo en cuenta que «esto sería parte de un proceso revolucionario general».

«El capitalismo no puede subsistir sin apropiarse también de los medios de producción de conciencia. La labor del periodismo en este sistema es, fundamentalmente, elaborar relatos coherentes que destruyen a su vez la posibilidad de otros relatos que vengan de otras fuentes que no sean el poder político y el poder económico», opinó.

Díez concluyó esa conferencia sentenciando que «hay que recuperar la comunicación como un derecho humano que nos libere de la maquinaria infernal de la apropiación de nuestras conciencias».

Con ese 'currículum' a sus espaldas, esta profesora el pasado lunes expulsaba a dos reporteros de El Debate con el argumento de que «no es un problema de los periodistas, es un problema de el medio».

«Ya habéis visto que estamos todos de acuerdo en que no estéis aquí grabando así que os pediríamos que abandonarais», insistía mientras los manifestantes comenzaban a gritar «¡fuera, fascistas de la Universidad!».

Díez está siendo una de las profesoras activistas de la acampada propalestina que se ha instalado en Ciudad Universitaria, frente al Edificio de Estudiantes, y el lunes cogió el megáfono para dirigirse a los estudiantes.

La profesora prometió a los manifestantes hacer una «caja de resistencia» para que los profesores contribuyan económicamente al mantenimiento de la acampada, que los estudiantes han iniciado de forma indefinida para mostrar su apoyo a Palestina bajo el lema «Desde el río hasta el mar, Palestina vencerá».

Los precursores de esta acampada, que este miércoles sumaba en torno a cuarenta tiendas de campaña, reclaman la ruptura de relaciones de España con Israel, el fin del comercio de armas, la desvinculación de las universidades españolas con este país. Asimismo, demandan «el fin de la persecución y criminalización de toda la solidaridad con el pueblo palestino».

«¡Fuera imperialistas de la Universidad!», «La UCM y el Gobierno, cómplices del genocidio en Palestina, los estudiantes decimos basta. ¡Viva la solidaridad internacional!», «¡El estado español es cómplice! El internacionalismo es un deber, ¡Palestinas libre!», son algunas de las pancartas que pueden leerse en la acampada.