Comunidad de Madrid
Los cuatro proyectos de ingeniería que baraja Metro de Madrid con la ampliación de la Línea 11
Recorrerá 33 kilómetros que unirán siete de los intercambiadores de transporte de la región y puntos estratégicos
Así funciona la inmensa tuneladora de Metro de Madrid que opera en la Línea 11
Metro de Madrid se enfrenta a uno de los mayores proyectos de su historia. La prolongación de la Línea 11 supone uno de los mayores avances del suburbano en términos de movilidad, infraestructuras y recursos técnicos. Esta nueva línea recorrerá 33 kilómetros que unirán siete de los intercambiadores de transporte de la región y puntos estratégicos como Atocha o el aeropuerto Adolfo Suárez-Madrid Barajas.
La L11 se ha convertido en la gran diagonal de Madrid que atravesará la capital de suroeste a nordeste, uniendo Cuatro Vientos con los nuevos desarrollos de Valdebebas. Desde el Gobierno de la Comunidad de Madrid estiman su finalización en 2030.
Esta obra de ingeniería se ha dividido en varios tramos de ejecución. El primero de ellos va de Valdebebas Norte hasta Mar de Cristal (7,2 km), precisamente este recorrido está siendo estudiado por la Consejería de Transporte de Madrid y en los próximos días se someterá a Información Pública, según han informado fuentes del departamento que dirige Jorge Rodrigo.
La red de Metro tendrá tres o cuatro estaciones entre Valdebebas y Mar de Cristal en función del trazado que se elija. El suburbano baraja cuatro posibilidades del recorrido. La primera de ellas se ubicaría al norte del Cetro Comercial Gran Vía de Hortaleza, bajo el parque Alfredo Kraus, y conectará con las Líneas 4 y 8 de Metro.
En cuanto al recorrido de este primer tramo, tendría tres estaciones hasta llegar al aeropuerto de Barajas. Estas son Ifema-Carcavas, Intercambiador-Ciudad de la Justicia, Valdebebas Norte y terminaría en el aeródromo.
Por su parte, la segunda de las iniciativas tiene una variación respecto a la primera. El final de la línea sería Valdebebas Norte y, por tanto, el recorrido discurriría cerca del Hospital Enfermera Isabel Zendal. Las estaciones que se crearían serían: Ifema-Cárcavas, Intercambiador-Ciudad de la Justicia, Hospital Zendal, Aeropuerto y Valdebebas.
El tercer planteamiento ubicaría la boca de Metro de Mar de Cristal en un lugar diferente a las dos primeras propuestas. En este caso se hallaría al sureste de la glorieta de la mencionada estación, bajo la calle Arequipa. También se conectaría con los andenes de las Líneas 4 y 8. El trazado es el mismo que la primera opción, terminado en el aeropuerto.
La última alternativa también se encontraría en la glorieta de Mar de Cristal y su trazado es igual que la segunda propuesta. Tendría las estaciones de Ifema-Cárcavas, Intercambiador-Ciudad de la Justicia, Hospital Zendal, Aeropuerto y Valdebebas Norte.
La diferencia entre los dos modelos de recorrido reside en si proyectarán la Línea 11 a su paso por el hospital Isabel Zendal, en caso afirmativo el final de la L11 será Valdebebas Norte. Sin embargo, si se opta por conectar la Ciudad de la Justicia con Valdebebas, el aeropuerto será el final del destino.
La obra de ampliación de la Línea 11 se desarrolla en dos etapas más. La sur se divide en dos partes. Por un lado, unirá Plaza Elíptica con Conde de Casal, esto supondrá la creación de dos nuevas estaciones (Comillas y Madrid Río) además de la conexión con Palos de la Frontera y Atocha Renfe.
La segunda parte de la etapa sur va desde la Fortuna hasta Cuatro Vientos. La suma de sendos tramos hace un total de 18,3 kilómetros que recorrerá el suburbano. La etapa centro unirá Conde de Casal con Mar de Cristal, este espacio supondrá 8 km del total.
La tuneladora de la Línea 11
Esta obra faraónica cuenta con una herramienta que no todas las ampliaciones han tenido, la tuneladora. Tanto la excavación y construcción del túnel se realizará mediante este elemento que cuenta con escudo de presión de tierras EPB (Earth pressure Balance).
La máquina tuneladora realiza el proceso de excavación a través de su cabeza giratoria que va haciendo hueco en el terreno a través de un accionamiento eléctrico constituido por 12 motores. El cabezal gira y tritura la piedra y la tierra que penetra por los huecos de la rueda de corte se deposita en la cámara de extracción.
El material que se extrae viaja por un tornillo sin fin que lo conduce hacia la parte trasera de la máquina hasta el exterior del túnel. Cada dos metros aproximadamente, la máquina detiene su avance y coloca un anillo de hormigón armado que construye con pieza prefabricadas preparadas a medida, llamadas dovelas.
Este anillo constituye la estructura del túnel y mantiene firme toda la instalación. Durante la excavación se realiza una monitorización de los parámetros de funcionamiento de la EPB, así como la oscultación en superficie de la obra. Según avanza, decenas de personas trabajan por turnos las 24 horas del día para cerciorarse de que todo marcha correctamente.