Sucesos
Los okupas de Carabanchel protagonizaron una batalla campal para echar a una empresa de desokupación del edificio
La inmobiliaria había contratado a una empresa de desokupación para tratar de echar a los okupas
Los okupas que han usurpado cerca de una treintena de viviendas en una urbanización del barrio madrileño de Carabanchel expulsaron a palos a los integrantes de una empresa de desokupación que había accedido al edificio para negociar con ellos e intentar que abandonaran los domicilios.
Sin embargo, a tenor de las imágenes difundidas por Telemadrid, lejos de conseguir su objetivo, los miembros de esta empresa -que no es la famosa Desokupa de Dani Esteve, según él mismo ha aclarado en un vídeo este jueves- fueron echados de forma violenta del lugar.
Los hechos ocurrieron el pasado 23 de diciembre, después de que familias peruanas se instalaran en el lugar durante el puente de la Inmaculada Concepción porque, de acuerdo con las primeras investigaciones policiales, una mafia les vendió las viviendas, que no estaban habitadas, por entre 2.000 y 3.000 euros mientras hacían cola para acceder a un comedor social de una iglesia del barrio.
Según ha revelado el diario El Mundo, tras la batalla campal para expulsar a los miembros de la empresa de desokupación que había contratado la promotora de las viviendas, Vivenio, algunos de los usurpadores acudieron a la comisaría para denunciar agresiones por parte de estas personas.
Este episodio de macrookupación saltaba esta semana a la palestra debido a su magnitud y se conocían detalles que han escandalizado a la opinión pública como que los okupas cuentan con su propio conserje que les abre la puerta desde dentro, para desesperación de los vecinos legales, quienes denuncian que estas personas no respetan las reglas básicas de convivencia, protagonizan peleas nocturnas y hacen ruidos.
Por su parte, la empresa inmobiliaria ha fortalecido las medidas de vigilancia, colocando alarmas en las viviendas aún vacías y ha anulado el funcionamiento de varios ascensores.
Así las cosas, el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, se mostraba este miércoles tajante contra la okupación y abogaba por regular de tal manera que se pueda expulsar a estas personas de los domicilios usurpados en un máximo de 24 o 48 horas.