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20 de septiembre de 2024

Uvas de Haro

Uvas de Haro

Una selección de 10 vinos de San Mateo y su vendimia

Tanto Logroño, capital del vino de Rioja, como Valladolid, la joya de la Ribera del Duero, son epicentros de esta cultura vinícola

Con la llegada del otoño, las ciudades de Logroño y Valladolid vibran al compás de la vendimia, celebrando las tradicionales Fiestas de San Mateo. Estas festividades no solo son una muestra del arraigo local, sino que también marcan el inicio de la temporada más importante para las bodegas: la cosecha de las uvas que, meses después, se convertirán en vinos únicos.

Tanto Logroño, capital del vino de Rioja, como Valladolid, la joya de la Ribera del Duero, son epicentros de esta cultura vinícola que cada año atrae a amantes del buen vino de todas partes. Las dos ciudades tienen espectaculares bodegas que visitar y dónde poder comprar sus vinos sin salir prácticamente de ellas. Algo que las hace diferentes y ejemplares.

Por una parte, la capital de La Rioja es sinónimo de tradición, y sus bodegas lo reflejan a la perfección. Aquí, el vino de Rioja adquiere una dimensión especial. Durante las Fiestas de San Mateo, las bodegas de la ciudad, bajo la marca, Bodegas de Logroño, abren sus puertas a los visitantes, ofreciendo la posibilidad de disfruta de un plan exclusivo, en el que apreciar sus procesos de producción y degustar sus vinos. En Logroño, «el vino es capital».

Vinos de San Mateo

Vinos de San Mateo

Al otro lado del puente del Ebro, se encuentra una bodega integrada totalmente en la ciudad, Bodegas Franco-Españolas. Fundada en 1890, esta emblemática bodega ha sido un pilar en la región durante más de un siglo. Uno de sus vinos más destacados y más comercializados es el Diamante Blanco, un vino semidulce de color pajizo que combina frescura y suavidad, perfecto para aquellos que buscan algo diferente. Alejado también de los vinos blancos que se están haciendo ahora en la región y que se acercan más a la tradición riojana en sus elaboraciones.

Bodegas Arizcuren es uno de los grandes ejemplos del concepto de bodega urbana. Desde la propiedad se ha trabajado en recuperar la memoria de La Rioja Oriental y conservar la herencia vitícola de los antepasados, llevando a la botella la expresión de un terruño personalizada en la Sierra de Yerga. En 2016 Javier Arizcuren proyecta esta bodega, un espacio reconvertido en lugar de elaboración y crianza de vinos. Todo el proceso se desarrolla artesanalmente en una serie de estancias polivalentes. Su vino Solo Garnacha Ánfora se elabora de forma artesanal mediante, la crianza tradicional en madera se sustituye por una tinaja de barro que permite mantener intacta la esencia de la variedad.

En una ciudad, la arquitectura siempre debería que tomar el protagonismo, Bodegas Olarra es un hito en la forma de entender la arquitectura, siendo pioneros en la concepción del espacio en la construcción de Bodegas en Rioja como elemento diferenciador. El edificio que alberga la bodega es obra de Juan Antonio Ridruejo en 1973 y está pensado por y para el vino. Su elemento más emblemático es el tejado que corona la sala de barricas formado por 111 cúpulas hexagonales y que se dispone de esa forma para evitar cambios bruscos de temperatura. Su vino Ondarre 7 Pacerlas viene a redondear el gusto por buscar algo diferente a través de siete suelos diferentes a escasos metros de la propia bodega.

Marqués de Murrieta

Marqués de Murrietamaximiliano polles

La gran joya de Logroño, por su historia, es Bodegas Marqués de Murrieta. El origen de Marqués de Murrieta comienza en 1852, cuando Don Luciano de Murrieta construye el Castillo de Ygay en su finca y elabora el primer vino de Rioja. El Castillo de Ygay es uno de los edificios industriales más antiguos de Europa y alberga en su interior una valiosa documentación, así como una de las colecciones privadas de botellas más extensa del mundo. Precisamente, su vino, Castillo de Ygay 2010 fue considerado el Mejor Vino del Mundo por Wine Spectator 2020.

Ligado a la cultura del vino en un espacio definido como Templo del Vino, en la propia ciudad de Logroño, no demasiado lejos del centro, se sitúa Bodegas Ontañon. Este edificio no es únicamente una bodega de elaboración y crianza de vinos, es un lugar especial donde, vigilado por dioses y héroes en forma de enormes esculturas, vidrieras y pinturas, el vino alcanza su máxima expresión. La familia Pérez Cuevas está conectada con el vino desde hace más de 80 años. Ya entonces, lo elaboraban en su bodega tipo ermita en el Barrio de Bodegas de Quel, Su vino Ensayos Capitales Nº1, un monovarietal del graciano, de un viñedo especial en la finca de El Pozo, a 650 metros de altitud y con pendientes del 15%.

Por su parte, Valladolid, la capital de la Ribera del Duero, es el hogar de algunos de los vinos tintos más poderosos de España. Con cepas de uvas Tempranillo (o Tinto Fino, como se le llama localmente), las Fiestas de San Mateo aquí también son un tributo a la vendimia, y las bodegas abren sus puertas para mostrar el arte de la elaboración del vino en su máximo esplendor.

Vinos de san mateo Valladolid

Vinos de san mateo Valladolid

Las bodegas que se sitúan en la propia ciudad no tienen el mismo bagaje histórico que las de la capital riojana y aun así consiguen cautivar a los visitantes con un ambiente y aurea especial a los que buscan un buen vino de la esta ciudad que abre el camino a la conocida Milla de Oro de la Ribera del Duero. Aunque Valladolid también es la puerta a las conocidas denominaciones de origen de Rueda y Cigales con las que comparte provincia.

La pasión por el vino de proyecto familiar como es el de Bodegas Rodríguez y Sanzo les ha llevado a un reconocimiento internacional desde las puertas de Valladolid. Un legado que lleva a Javier y María cuando cumplen 50 años a elaborar su vino RYS Whisba como obsequio a sus amigos y familiares. Criado en barricas de whisky, pronto se convierte en uno de los vinos más representativos de la bodega.

En la misma ciudad se ubica la bodega Vinos Sinceros, con una filosofía muy honesta como es la de aplicar la viticultura de toda la vida y una selección de vinos creada con mucho mimo en para auténticos amantes del vino que buscan descubrir tesoros de producción limitada. Este es el caso de Matalaya Garnacha, producto de las viñas más viejas de la Ribera del Duero, en donde es fácil encontrar alguna cepa de Garnacha, Bobal o Albillo, y hacer vinos de la antigua usanza. Los viticultores más antiguos afirman que era una práctica habitual la de mezclar estas variedades y conseguir suavizar los vinos.

Eme Bodegas

Eme Bodegas

Apenas a 15 minutos en coche del centro de Valladolid, la localidad de Fuensaldaña esconde y acoge ya la variedad de las diferentes denominaciones de origen de la provincia. Las Bodegas Lagar del Duque de la D.O. Cigales es el homenaje de una familia de trabajadores incansables a las viñas y al esfuerzo de cinco generaciones que han trabajado de sol a sol para cuidar de sus viñedos. Su vino Rosado Lagar del Duque es el ejemplo de esta denominación y ha sido reconocido con diferentes premios en múltiples concursos nacionales e internacionales.

En la misma localidad, una de las bodegas más peculiares desde el punto de vista del enoturismo en esta zona es EME Bodegas. Aquí te puedes sumergir en la esencia de una bodega del siglo XVIII, «un lugar sagrado donde cada rincón respira historia y cada barril guarda los secretos de generaciones pasadas», destacan los propios dueños. Su vino tinto EME es un monovarietal autóctono de Tempranillo con 12 meses en barrica y 24 meses en bodega.

También a unos 15 minutos pero en esta ocasión en Tudela de Duero, en el camino que lleva a las grandes bodegas de Ribera, como Arzuaga, Carrovejas, Emilio Moro, Protos o Vega Sicilia, se encuentra Bodegas Peñascal, una compañía del Grupo Entrecanales Domecq e Hijos, con más de 125 años de experiencia en la elaboración de vinos de alta calidad. Su vino Rosado es el más vendido de España. Han añadido a sus productos el Peñascal Sunset en formato de 33 cl. Una bebida refrescante y ligera en sus versiones white y rosé. Hecha a base de vino 100% ecológico, con la cantidad justa de alcohol (5%) y todo el carácter refrescante y chispeante de Peñascal.

Tanto Logroño como Valladolid no solo comparten su título de capitales del vino, sino también una pasión por celebrar las Fiestas de San Mateo. Todos los momentos del año son importantes para el viñedo y existe un momento todavía más especial para los viticultores, la vendimia. Las Fiestas de San Mateo no solo celebran el vino, sino también la historia, la cultura y el arte que se esconden detrás de cada bodega. Visitar estas ciudades durante la vendimia es una experiencia única, una oportunidad de vivir de cerca el proceso que convierte las apreciadas uvas en vinos extraordinarios.

Tiempo de Vinos (https://www.tiempodevinos.com)

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