Gastronomía
Diez vinos blancos únicos para compartir con familia y amigos esta Navidad
El vino blanco se ha puesto de moda y hay una apuesta por elaboraciones diferentes y también por aquellas que se quedaron olvidadas y eran tradicionales
La Navidad es la excusa perfecta para llenar nuestras mesas de momentos especiales, y no hay mejor acompañante para estas reuniones que una cuidada selección de vinos blancos. Las variedades tradicionales y reconocidas como la Albariño, la Verdejo o la Godello dejan paso a la Albillo Real, la Tempranillo Blanco, la Airén. Y las elaboraciones más tradicionales compiten con elaboraciones innovadoras.
Los matices frescos, agradables, intensos y en algunos casos largos en boca hace que se produzca una gran versatilidad de estos vinos. Algo que los convierten en protagonistas ideales para armonizar con entrantes, pescados o simplemente para brindar por los buenos tiempos.
En el corazón del Valle del Salnés, cuna del Albariño, se produce Veiga Naum, un vino que captura la esencia del Atlántico gallego. Esta región, caracterizada por su clima húmedo y suelos graníticos, aporta a las uvas una frescura inigualable. La elaboración de este Albariño es muy cuidada, destacando sus notas cítricas y florales con un fondo mineral. Con un paso amable y perfumado en el paladar. Compleja y muy agradable vía retronasal que se mantiene con persistencia y fragancia. Ideal para acompañar mariscos frescos y pescados al vapor, es un imprescindible en las mesas navideñas más sofisticadas.
El vino Lo Pou Blanco, elaborado con Garnacha Blanca por Mas de Torubio, en la histórica localidad de Cretas, en Teruel, es un ejemplo brillante de cómo el terruño y la altitud influyen en la calidad. Proveniente de viñedos enclavados en Matarraña, Lo Pou Blanco ofrece una frescura natural combinada con una complejidad aromática que mezcla notas de fruta blanca y toques herbáceos. La bodega detrás de este vino trabaja en equilibrio con el entorno, respetando la biodiversidad del paisaje.
Desde los viñedos del Bierzo, en León, surge Godello FB Cepas Viejas de Dominio de Tares, elaborado con uvas de cepas viejas que aportan complejidad y carácter. La bodega que lo produce cuida cada detalle, logrando un vino con aromas de fruta madura, ligeros tostados y un final mineral. Elaborado a partir de viñedos de 25 años y hasta 700 metros de altitud, el vino tiene un perfil complejo, en el que prevalece la fruta sobre la madera, tras seis meses de crianza y fermentación en barrica. Este blanco es ideal para pescados grasos como el rodaballo o platos navideños a base de mariscos.
Entre las variedades que están en auge, además de la Godello, se encuentra la Albillo Real. Una variedad que producía vinos blancos de toda la vida en Madrid y que ahora ha recogido toda la fuerza de la D.O. Vinos de Madrid para su buena comercialización. El Albillo Real de Bodegas Marco Real es un homenaje a una variedad poco común y altamente expresiva. Este vino destaca por su elegancia y su perfil frutal con sutiles matices florales. Su versatilidad lo convierte en un compañero ideal para muchos momentos de los que vivimos en familia o con amigos en esta época navideña.
La colección Larredant de Bodegas Riojanas recupera la antigua fórmula de hacer vinos de gran relevancia realizando elaboraciones tradicionales y que se hacían antiguamente en la D.O. Ca. Rioja. Monte Real Tempranillo Blanco Reserva de esta colección nos trae desde esta región un Tempranillo Blanco que es toda una revelación. La bodega ha apostado por una vinificación de esta variedad de uva que realza sus notas de fruta blanca, flores y un sutil toque de vainilla. Puedes ser un compañero perfecto con pescados como el lenguado o aves rellenas.
Entre las variedades blancas más destacadas está la Chardonnay. Hay lugares en España donde se ha aclimatado de forma especial y ofrece vinos espectaculares. En los viñedos de Finca La Pared, cerca de Olite, en lo que se ha dado a conocer como la Sonsierra Navarra, la Chardonnay encuentra una expresión clásica con toques modernos. Finca La Pared Chardonnay ofrece aromas a manzana, cítricos y mantequilla, con una textura cremosa que seduce al paladar. Navarra, con su diversidad climática, permite una maduración equilibrada de las uvas. Este blanco armoniza de maravilla con carnes blancas o salmón ahumado.
Aunque ha perdido fuerza entre los consumidores, siempre se reconoce una Verdejo entre los vinos blancos a destacar. La elaboración sobre lías que se realiza con el vino Vioré hace que el vino ofrezca una textura sedosa y una profundidad tanto en aromas como en el paladar. El corazón de Castilla y León, Rueda, da vida a Vioré sobe lías. La denominación es famosa por su clima extremo y sus suelos pedregosos de aluvial por donde pasaron grandes ríos. Un suelo ideal para esta variedad que combina de forma perfecta con carpaccios o determinados mariscos como las gambas.
En el otro corazón de Castilla en este caso de La Mancha, Vinícola de Castilla, en Manzanares, redescubre la tradicional variedad Airén con su vino Guadianeja Airén Encascado. Su fermentación en contacto con los hollejos aporta complejidad y notas florales y frutales poco comunes en esta uva. Durante muchos años la Airén se concibió como una uva para vinos blancos muy sencillos, sin complejidad y para la elaboración de alcohol vínico destinado a otros productos como los brandis. La Mancha, con sus vastas extensiones y clima seco, potencia la autenticidad de este blanco, mucho más complejo, mucho más largo, mucho más versátil, ideal para sorprender en las reuniones navideñas.
Entre las elaboraciones muy especiales destaco la del Blanco de Tempranillo de Pago del Vicario, también en Castilla-La Mancha. Un vino de Pago elaborado bajo la fórmula Blanc de Noirs que en esta añada ofrece un color muy pálido. Casi como el agua. La sensación en boca es muy diferente. Se perciben esas notas de la variedad tinta, con acidez y cuerpo muy destacados. Pago del Vicario innova en sus viñedos en la Ribera del Guadiana con este vino que presenta un perfil aromático lleno de frutas tropicales, cítricos y un toque especiado, gracias al clima continental de la zona. Con una cuidada vinificación, este blanco armoniza con ensaladas, mariscos o platos agridulces.
Otra variedad muy diferente es la Txacoli. Pegados al Cantábrico los viñedos de la D. O. Getariako Txakolina producen vinos que han conseguido conquistar el paladar de los grandes chefs. El K-5 Txakoli encarna la frescura y la acidez vibrante del País Vasco. Karlos Arguiñano lidera esta bodega, que captura en su vino un toque salino y aromas cítricos que evocan su tierra de origen. Es mucho más largo de lo que conocíamos como vinos tradicionales de esta variedad. Ideal para mariscos como ostras o gambas, este Txakoli es un tributo al espíritu festivo vasco.
Un recorrido por los vinos blancos y por diferentes zonas de la geografía española que nos cuentan como estos vinos han tomado mucho protagonismo en el mercado. Los consumidores de vino blanco han crecido y la elaboración de estos vinos se ha diversificado tanto en variedades de uva como en las propias características de la vinificación.