Shorts vaqueros, la regla de oro para que resulten elegantes

el «Jort» es una expresión nueva en la moda que une las palabras «Jeans» o vaquero y «short». Y tal pieza, que casi todos los que hemos sido niños en los años 70 hemos llevado alguna vez, no es especialmente fácil de llevar ni conforma un estándar de elegancia al uso. Pero en ciertas ocasiones y bien combinados, pueden ser correctos. Veamos.

Para empezar y por supuesto, qué duda cabe que los shorts de vaqueros cortados en hombre quedan de pena y han quedado en la retina colectiva únicamente en recuerdos de algunos jovencitos de acampada o se limitan a su uso en niños de menos de 10 años. Para empezar, en cualquier actividad profesional corporativa o en el interior de una ciudad, los shorts no son el atuendo adecuado. Y menos aún los shorts vaqueros. Las bermudas, versión chic del short, más larga y acabada, tampoco lo serían, de no tratarse de un director de hotel en Maldivas o de un veraneante en El Puerto de Santa María, Sotogrande o Comillas.

Pero las mujeres, con tantas dificultades en la vida, tenemos la ventaja de estirar el vestuario como el chicle. Y tal es el caso del uso del «jort» al igual que de otros tipos de shorts. Mientras que las bermudas quedan bien a las golfistas de edad, no suelen ser un acierto en casi ningún ambiente, si bien Isabel Díaz Ayuso las ha integrado bien en el guardarropa de un julio agotadoramente cálido en la Comunidad de Madrid. Los shorts hechos con vaqueros antiguos, ya son otra cosa y de no ser por llevarlos Beatrice Borromeo, la mujer de Pierre Cashiraghi y nuera de Carolina de Mónaco, que los borda con camisetas blancas en sus jornadas en barco, no estarían tan bien vistos. Claro que lo que se ponga Beatrice le queda de 10.

Hailey Beiber lleva los shorts vaqueros cortados con tops lenceros o camisetas que muestran el ombligo, una versión «chonificada» del look en cuestión. Gigi Hadid, que de naturaleza no es tan chic, los combina con camisa vaquera: pan con pan comida de tontos, vaquero con vaquero según como, también. Las influencers globales como Emily Sindlev han hecho uso del «jort» con mini jerseys extremos o prendas atípicas. Los resultados son muy variados y no siempre favorecedores.

No obstante, cierto es que combinados en versión sobre la rodilla con bailarinas bicolor de ok o con zapatos de conducir, con camisas blancas o de rayas de corte masculino, pueden ser un acierto en días junto al mar, al igual que en jornadas marineras en barco son un atuendo resistente que da juego con sencillas camisetas o polos de algodón, al estilo de la Borromeo. Lo que sí es cierto es que los jeans+shorts= jorts los llevan también combinados con adidas Samba o con Birkenstocks.

Esta suerte de pantalones «pirata» han vuelto después de desaparecer en los 2000, pero existen varias condiciones para que ni en la playa o el barco sean un espanto: no llevarlos demasiado largos ni demasiado estrechos; evitar también que queden baggy o que sean 3 tallas más grandes de lo requerido (una espantosa moda actual); que se trate de unos jeans de calidad, y que la hora del día, el lugar y la ocasión sean las correctas. Las incautas que deseen combinarlos con tops de lentejuelas, lenceros o muestra-ombligos quedarán con look poligonero, pero allá cada cual.