El Chef Judicial
Le bistroman atelier, reinventarse en un sueño parisino
Una primavera culinaria de la mano del maestro francés Stephane del Río
Un marzo que tiñe de pasiones el Palacio Real, un sueño francés que, de la mano del Premio Nacional de Gastronomía Miguel Ángel García Marinelli, se reinventa para acercarse de manera irremediable a las estrellas, un romántico lugar en el que se besan el cielo y la tierra cada noche, un maestro francés en la cocina, Stephane del Río, para conquistarnos con cada bocado, para dibujar la elegancia en cada uno de nuestros platos.
Le Bistroman Atelier nos abre las puertas de una primavera culinaria de la mano de un novedoso menú gastronómico, que comienza con una increíble selección de brioches jugando a esconder hojaldres con anchoa, gougère de queso de cabra con Tuber borchii –exquisita trufa blanca de primavera– y croissants recién horneados que arropan un suave foie gras con piel de limón y jengibre, paradigma de elegancia y sabor. La mantequilla francesa que acompañará al pan artesano sobre nuestra mesa nos encandilará en una espiral de placeres, preludio de una oda a la felicidad. En estas primeras notas de alegría, nos decantaremos por un Pascal Jolivet Sancerre de 2020, vino del Loira de la variedad de sauvignon blanc con un equilibrio perfecto, elegante y con riqueza mineral.
Bajo ese cielo de París viendo florecer la esperanza, cantará el amanecer en Bistroman cuando degustemos un Aspic de salmón ahumado con gelee de ternera y caldo de ave. Una deliciosa combinación que recrea la receta clásica de terrina de salmón con salsa raifort del mejor restaurante francés de Madrid. Plato elegante y sabroso en deliciosa armonía para conquistar a nuestros sentidos y dejar volar la imaginación llevándonos desde Notre Dame al Hotel des Invalides sin salir de Madrid.
Pura esencia parisina que embriagará nuestra alma con puerros en salsa holandesa acariciados por láminas de tuber melanosprum de magnífica intensidad olfativa, para regalarnos un bocado suave y armónico, en el que sus sabores se fusionan en un deleite perfecto. Le Bistroman Atelier engalana una cocina francesa que en una magnífica sinfonía nos recuerda por momentos a Zuberoa, el magnífico restaurante guipuzcoano del maestro Arbelaitz.
Una elegante seducción que entre conversaciones que hacen desaparecer el tiempo, se sumergirá entre ríos de un Bourgogne Chardonnay de Henri Prudhon. Blanco de tonalidades brillantes, en boca expresiva con notas de fruta madura, cítricos, plátano, melocotón y manzana y con un final encarnando el frescor. Una experiencia para el disfrute más romántico.
La atmósfera que con su cocina crea Stephane del Río nos lleva a las emociones más intensas, a un lugar para recordar veladas de que nunca olvidaremos, una apuesta por los buenos momentos, uno de los escenarios cumbres de la novela Patria Olvidada en un ambiente francés perfecto para que en la ficción y en la realidad dejemos rienda suelta a los sentimientos. Los manjares del mar son tratados con exquisita delicadeza, con caricias suaves, sin estridencias y con matrimonios culinarios que potencian al máximo los sabores.
La oreja de lubina a la parrilla con beurre blanc es una obra de arte. La excelente calidad del producto bañado en esta salsa francesa elaborada con mantequilla y reducción de vino blanco con chalotas descubre la grandeza de una cocina francesa que se eleva al infinito al culminar en perlas de caviar. La belleza de los platos de Le Bistroman Atelier saltan de París a Marsella para ofrecernos los raviolis de brandada de bacalao con la tradicional bullabesa, compuesta por sopa de distintos pescados que resume la quintaesencia de una cocina cuidada, clásica y de suma elegancia.
Degustando las excelencias de Bistroman, piérdanse en la mirada de sus acompañantes y verán reflejados en ella paseos por el Sena, besos bajo la luz de la Torre Eiffel o guiños en los Campos Elíseos cuando disfruten de un Gigondas Domaine La Soumade. Tinto poderoso del valle del Ródano, con notas de café, chocolate y regaliz. Preludio perfecto en sus primeras gotas que nos anuncia la llegada de otro de los platos sublimes.
El pichón du mont royal cocinado con llamas sobre la propia mesa para reposar segundos y adquirir un toque ahumado que hace de este bocado un pase perfecto tanto por la textura del pichón como por esa magnífica nota ahumada. El paté de pimienta que le acompaña y la salsa trufada hará que nuestros sentidos se rindan a la belleza y al exquisito gusto sobre un plato.
Entre acordes de Edith Piaf, nos adentraremos en los postres con un soufflé de queso con el punto exacto de cocción que nos ofrece una sensación intensa y delicada en la boca. Un blanco Arbois Pupillin Savagnin de Domaine de la Renadiére, delicado y fresco con reminiscencias de manzana verde, y un sensacional Sauternes 2016 Chateau d´École, vino dulce de las variedades de muscadelle y sauvignon blanc les llenará de felicidad.
Culminen su experiencia en el mejor restaurante francés de Madrid con la tarta Bellé Helene bañada en chocolate y sentirán palabras en voz baja que entran en el alma para entender que en Bistroman por momentos las noches les tomarán en los brazos más cálidos y nuestro tiempo se convertirá en La Vie en Rose.