Seeds, donde la semilla es el inicio

Seeds un restaurante donde la semilla es el inicio para hacer nacer árboles de gastronomía que viajan entre la tradición y la vanguardia… Una escuela culinaria para degustar platos con sabor a hogar y guiños de aire fresco, en una ubicación privilegiada. Un pequeño palacete en el número 95 de la calle Serrano condensa un buen producto que trata de cuidar cada detalle y nos regala mensajes y creaciones con originalidad en cada uno de sus pases.

Comenzaremos con pequeños bocados de anchoa con pimiento de cristal confitado en brasas y tostas de pan hojaldrado, delicias crujientes que, con un ligero toque de pimiento fresco, criado en la propia huerta del restaurante darán brillo a una anchoa de excelente calidad. El atrevimiento culinario continúa con una unión especial a través del erizo con Campari, crema de coliflor y manzana verde con esencia de violeta, el mar y el frescor de la huerta nos ofrecen una mezcla original combinando la salinidad con la acidez de la manzana y la suavidad de la crema.

Las noches mágicas de un restaurante que respira romanticismo se inician con la belleza estética de unos buñuelos de rabo de toro, requeixo –queso de leche de vaca con bajo contenido en grasa y textura de mousse– culminando en pétalos de macadamia y hojas de capuccina. Vegetales recién recolectados en la terraza del restaurante que adornar bocados suaves con intenso sabor de rabo de toro que concilia a la perfección con la suavidad del queso y la dulzura del membrillo que continúa ese magnífico juego culinario entre los salino y lo dulce. Las croquetas de gambas al ajillo con un especial tartar de «gambas aliñás» es una buena alternativa para revelar un buen trato en las caricias del aceite.

En Seeds se cuida lo artesanal presentando un pan de masa madre que podremos aderezar con una mantequilla de cacahuete o con una degustación de aceites de arbequina de excelente sabor. La escuela de Paco Torreblanca se muestra aquí en toda su esencia con un pan que encontraremos sobre la mesa dentro de una semiluna de cristal para ser posteriormente horneado y servirse caliente recién salido de las caricias de fuego. El tartar de lomo a la parrilla sobre tacos de remolacha, trufa y brotes de albahaca despliega las primeras apuestas por la carne a la que siguen una original tosta de pastrami de presa ibérica con encurtidos y toques de mostaza y trufa. Delicadeza y presentaciones cuidadas en los primeros pases que revelan una apuesta pasional por la cocina y por la materia prima.

Las sonrisas más bellas comienzan a descubrirse con unas alcachofas salteadas con cigalas fritas, acariciadas con pera ercolina y salsa de soja y miel, pase que encantará al comensal y que continúa con esas apuestas atrevidas que no desentonan y nos presentan en el gusto matices acaramelados. En tardes de invierno las fases frescas con guiso de txangurro reivindican el buen marisco de Seeds.

Los berberechos en velouté de crustáceo y limón con matices marinos y aires cítricos de jengibre nos llevan a una cocina que no se reduce a las buenas materias primas sino que trata de dotarlas de matices para obtener finales con sabores originales. Cuidadas combinaciones que elevan el placer de cada plato y hacen brillar las riquezas de Seeds en cristalinas miradas. El paté de campaña con salsa Cumberland y encurtidos de la huerta de Seeds es también una buena opción para empezar en este pequeño y elegante palacete.

Háblame de mar y deja que se condense en tu mirada para que surja la magia y mostrarme la belleza más pura, reflejando en las pupilas un espectacular salmonete a la brasa relleno de alcachofas y langostinos nadando en salsa de su jugo y espuma de patata. La hermosura de la presentación del plato se ve superada por la calidad de un producto tratado con mimo. El «San Pedro» rustido con ñoquis de estragón, angula de monte, hoja de ostra, alcaparras y aire de txakolí que nos preparan a escasos centímetros de nuestra mesa es otra de las joyas de Seeds para deleitar con uniones marinas que nos ofrecen la riqueza de campos salinos, haciéndonos cerrar los ojos para soñar con madrugadas infinitas en veleros que abran océanos en Madrid pudiendo surcarlos en compañía de un mero negro a la parrilla con calabaza floral, crema de piquillo y carabinero o de la mano de una lubina a la brasa con ensalada verde de chipirones y vinagreta de azafrán.

Sabores marinos con juegos de parrillas que nos seducen con besos cálidos de ternura dejándonos mojar los labios en un godello que pondrá magia a las más inolvidables veladas. Un Avancia de 2021 para encumbrar la gran apuesta gallega de Jorge Ordóñez. Colores brillantes que revelan aromas de flores blancas y frutas frescas con gran expresividad e hierbas secas. En boca sabroso con buena acidez y marcado equilibrio.

Los aires palaciegos de Seeds despliegan una magia que enamora con matices románticos que despegan con una créme brulée de naranja e higos confitados y nos elevan hasta un universo de chocolate con vía láctea de cacao y constelaciones de café, trufas y tofe para convertir noches de fina lluvia en paseos que te elevan hacia estrellas y planetas culinarios y se pierden en madrugadas de dulzura hasta alcanzar las primeras luces del alba desde palacios gastronómicos.