Vete de mi parte
La guisandera de Piñera, homenaje a las grandes cocineras
Un menú variado, intenso, sabroso y espectacular
Loa grandes hoteles contribuyen a prestigiar en todos los aspectos las calles que los rodean. En Madrid tenemos bastantes ejemplos. El gran hotel Meliá Castilla es uno de los más veteranos de la capital y en su entorno han ido surgiendo comercios de todo tipo y, sobre todo, restaurantes, unos con gran éxito actualmente y otros que no supieron encontrar el camino adecuado y desaparecieron.
Ahí siguen, haciendo historia, lugares míticos como La albufera, en el mismo edificio del hotel; El mesón Txistu, un icono de la gran cocina vasca; Portobello, otra de las joyas que siguen triunfando en torno al Meliá. Hace algunos años, el Scala, era la gran atracción de las noches madrileñas, una conjunción perfecta de gastronomía y espectáculo que contribuyó a hacer de Madrid una ciudad con merecida fama de noctámbula y canalla. Hoy la zona es una zona tranquila, con buen ambiente nocturno de discotecas y bares de copas y con ese buen muestrario de restaurantes a los que no les falta de nada para hacer felices a madrileños y visitantes.
En los alrededores del Meliá Castilla está La guisandera de Piñera, en la calle Rosario Pino, uno de esos lugares que nacen para rendir homenaje a las grandes cocineras de toda la vida, nuestras madres, abuelas y bisabuelas, para quienes los guisos eran la base de la mejor cocina del mundo.
Lo que antes se llamaba sencillamente Piñera, se ha convertido en esta Guisandera actual, cocina asturiana de altura con los guisos típicos de este pedacito de España, donde comer es tan sagrado como vivir. Mi pandilla de Los cabritos nos fuimos a La Guisandera invitados por Ernesto Alba, gran jefe de GLS de la sierra, y disfrutamos de un menú variado, intenso, sabroso y espectacular en un reservado muy coqueto que está en los bajos del restaurante y que les recomiendo si desean quedar bien en una comida de amigos, de familia o de empresa.
El gran chef Tino Marrón nos aconsejó con una sonrisa los mejores platos de la carta. Empezamos con un los famosos Oricios con manzanas a la sidra, continuamos con las Cebollas rellenas de bonito, que son uno los platos más asturianos de la carta; no podía faltar la Crema de nécoras un lujo asturiano de mucha calidad. Luego nos trajeron unas cazuelitas de Fabada asturiana, hechas con ese mimo y cariño con el que se hacen los buenos guisos…
Y después de la exhibición de entrantes, cada uno eligió el plato final. Unos se fueron al cachopo, digno representante de la Asturias más potente. Otros aceptaron la sugerencia de Tino Marrón y pidieron el increíble pitu de caleya al estilo de la abuela con sus patatinas, otro de mis amigos prefirió las verdinas con pantruque y no se equivocó, y yo me atreví con unos calamares guisados en su tinta, de los que aún me estoy acordando. Resumiendo, sabor total a la tierra de la Santina, un trato exquisito y un marco de gran categoría. Le auguramos a esta Guisandera de piñera un gran futuro. Cuando vayan, díganle a Tino Marrón y a su gran equipo de sala y cocina que van de nuestra parte. Algo caerá, ya lo verán.
La guisandera de Piñera
28020 – Madrid
Tfno. 914 25 14 25