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pepe domingo sol beach

Restaurantes como este la convirtió en la capital española de los veranos felices

Vete de mi parte

Sol Beach, la alegría de Marbella

Un lugar divertido y con mucho encanto a la vera de un mar muy tranquilo

He vuelto a Marbella, a vivir plenamente el encanto de este paraíso de la luz y de la felicidad. Creo que está recuperando aquel antiguo esplendor, el que le llevó a convertirse en la capital española de los veranos felices. Marbella no necesita cambiar demasiado, sólo hace falta que aproveche los encantos naturales que ya tiene para volver a situarse en la élite.

He vuelto al Rudi's bar del Marbella Club, en el que los chefs Marcos y Nelson se desviven por ese pedacito de glamour, donde tomar un whisky sour es un lujo que uno debe permitirse al menos una vez en la vida. Una cena en el grill, a la luz de las velas, fue el broche de oro a una visita siempre inolvidable, gracias a la amabilidad de Alberto Galván, uno de los responsables de que el Marbella Club siga siendo un complejo hotelero de categoría excepcional.

Pepe Domingo Castaño

Pepe Domingo Castaño

Cenar en Nota Blue sigue siendo toda una experiencia gastronómica de gran altura. No faltó una visita a Lobito de Mar, el más puro sabor marinero del Sur en mi querida Marbella. Así es esta ciudad, sano y seña del lujo bien entendido y de la entrega total a la gente que busca sonrisas, elegancia, cordialidad y buen gusto. Lo del sol, el olor intenso a dama de noche y la belleza de sus atardeceres lo pone Marbella sin que nadie se lo pida.

Y en este viaje hemos conocido un lugar muy especial, el chiringuito Sol Beach, situado en la playa de Guadalmina Baja, que se ha convertido en restaurante festivo de culto para los disfrutadores de playa, buena comida y alegría desbordante. Al frente de Sol Beach está un personaje singular, Alduccio, Alduccino para los amigos, un hombre ya curtido en este tipo de negocios, al que le avala su trayectoria en Makandé, una sala única que se hizo muy popular en su día en las noches madrileñas.

Alduccio, aparte de dirigir este local, es un showman total y son célebres sus noches locas cantando y bailando solo o con un grupo flamenco, para regocijo de todos sus fans, que son multitud. Si a todos estos ingredientes lúdicos le añadimos una carta muy sabrosa, muy bien pensada y, sobre todo, muy auténtica y sencilla, tendremos el porqué de su éxito apabullante.

Tienen unos espetos de sardinas deliciosos, que pueden ser un buen comienzo para ir entrando en faena. Casi todo gira alrededor del mar. La ensalada de tomate con ventresca sabe a lo que tiene que saber, a tomate auténtico y especial. La lubina al espeto es un plato de altura con ese toque distinto que tienen los pescados que se hacen cerca del fuego.

Nos gustaron bastante las gambas al pilpil, las almejas a la marinera y los calamares a la brasa. Y como cierre, les aconsejo una fritura malagueña, que tiene todo lo que tiene que tener, cazón en adobo, calamares, victorianos, gambas cristal, pulpitos, pescado del día, todo muy buen frito, nada aceitoso, lo cual siempre se agradece.

No es un chiringuito de lujo ni mucho menos; es eso, un lugar divertido y con mucho encanto a la vera de un mar muy tranquilo, en el que pasar un buen rato comiendo con sencillez y abundancia y siempre con el encanto personal del gran Alduccio, el alma mater de Sol Beach. Me gustaría que fueran algún día a visitarlo si pasan por Marbella. Se lo pasarán en grande

Sol Beach

Calle 13, 25
​29678 - Marbella
​Tfno. 682 60 45 02
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