Este pueblo español ha batido un récord Guinness por los nombres de sus habitantes

España ha aparecido muchas veces en el Libro Guiness de los Récords. De hecho, el país reúne en total 28, entre los que se encuentran la primera persona con discapacidad en completar el maratón de Barcelona, la persona viva más longeva o la mayor cantidad de premios Billboard. Sin embargo, un récord que probablemente no sabías que España ostentaba es el del pueblo con mayor número de habitantes con nombres raros.

Se trata de Huerta del Rey en Burgos, donde entre sus habitantes se oyen nombres como Filadelfo, Evilasio, Hierónides o Clodoveo. A primera vista resulta extraño, y un poco sin sentido, que existan tantos nombres raros en un pueblo, pero esto tiene una explicación y para entenderla hay que remontarnos al siglo XX.

Alrededor de 1930, en Huerta del Rey solo existían cuatro apellidos, por lo que muchas veces los nombres de las personas coincidían. Esto causaba muchísimas dificultades para los habitantes, especialmente en las escuelas o a la hora de recibir correspondencia.

Para solucionar este problema, el Ayuntamiento comenzó una campaña para hacer que los padres le pusieran a sus hijos nombres que pudieran diferenciarse claramente. La campaña evidentemente fue exitosa, y los vecinos de Huerta del Rey se entregaron por completo a seguir las recomendaciones. Concretamente, para seguir la campaña, los habitantes de huerta del Rey comenzaron a nombrar a sus hijos sacando nombres directamente del santoral católico.

Desde este momento, Huerta del Rey vio nacer a niñas que nombraron Plautilia, Licero, Burgundófara, Marceonila, Euqueria, Onesíforo, Malaquías o Isacio. Sin embargo, la tradición de escoger nombres de este tipo, con el paso del tiempo y el nacimiento de nuevas generaciones se ha ido perdiendo.

El récord de Huerta del Rey fue incluido en la edición de 2011 del Libro Guiness de los récords y la entrada cuenta la historia de que una vez un señor llamado Parisio tuvo un hijo y fue a la secretaría a inscribirlo. Al llegar le dijo al del registro que le pusiera al niño como quisiera, y el hombre decidió ponerle Onesíforo. Al llegar a casa, la madre del bebé le preguntó a su marido como había llamado al niño y este le dijo que «como quiso el secretario», ya que no se acordaba del nombre.