La «ciudad ideal» de España para vivir, según los británicos

«Te gustaría pasar el invierno en Benidorm?». Con esta frase tan contundente The Spectator promociona la ciudad vacacional por excelencia de España. El periódico inglés asegura que el hecho de que una pareja sexagenaria de Wolverhampton eligiese los meses más fríos del año para viajar a este rincón de Alicante dice mucho de ella.

Y no son los únicos. Los datos son claros: el año pasado más de un millón de británicos la eligieron como destino de vacaciones. De hecho, parece probable que España pronto supere a Francia como el país más visitado del mundo y no es raro suponer que muchos de esos turistas se acerquen a Benidorm.

The Spectator conoce a la perfección que el turismo es una de las industrias clave de la economía española. A día de hoy, supone alrededor del 13 % del PIB nacional y William Chislett, del Real Instituto Elcano, con el que han contactado, afirma que el año pasado 1 de cada 4 puestos de trabajos creados lo fue en este sector. «Requiere mucha mano de obra». En algunos puntos concretos como las Islas Canarias la cifra aumenta al 35 % del PIB y el 40 % del empleo.

Con los meses de julio y agosto como principales momentos vacacionales, el reto ahora es intentar que el número de trabajadores –sobre todo, en hostelería– no sea solo estacional. Algo a lo que podrían contribuir los británicos –el propio periódico inglés lo dice– si eligen una ciudad como Benidorm para retirarse. ¿Qué ventajas ven en una ciudad como esta?

El medio asegura que el éxito turístico también significa «exceso». Algunas ciudades como Barcelona, Madrid, Bilbao o Santa Cruz de Tenerife se han convertido en puntos calientes con únicamente viviendas de alquiler vacacional u hoteles. En las Islas Baleares, por ejemplo, cada casa en el mercado turístico es solicitada, de media, por 142 personas.

Benidorm se postula, así, como la mejor opción a este «sobreturismo», afirmando que recibe a millones de visitantes al año, pero nunca está masificado. «Hace décadas, la ciudad tenía fama de bebedora, pero hoy se siente claramente muy cómoda con su papel de destino turístico de primer orden», afirman. «Una señal inequívoca de su calidad es que muchos de esos visitantes son españoles exigentes que saben lo que quieren; se puede conseguir buena comida y buen vino españoles a precios muy razonables».

En sus propias palabras, es un destino ideal para mayores de 50 años por sus playas, buen tiempo, mar cálido, puestas de sol magníficas, gran gastronomía y actividades acuáticas de todo tipo. Por si fuera poco, «la presencia tranquilizadora de socorristas y policías, la evidente preocupación por la higiene y la limpieza, y la falta de pretensiones explican en gran medida la duradera popularidad de Benidorm».

Una ciudad, en definitiva, con «buena relación calidad-precio por un desembolso modesto» que se basa en una filosofía donde «el cliente es lo primero» y echa por tierra todas las teorías que afirman que resulta imposible convivir con el turismo.