Cinco claves para recuperar las rutinas en la vuelta al cole con calma y sin llantos
La psicóloga Carmen Romero aconseja haber ido adelantando los horarios 20 minutos cada tres días. Si se necesita recuperar una hora y media o dos, se necesitarán varios días para hacerlo progresivamente
Suena el despertador la primera mañana de colegio o trabajo de septiembre, y tanto a padres como a hijos les cuesta despegarse la sábana y empezar con ganas la mañana. Después de tres meses de verano y vacaciones, volver a las rutinas de sueño y comidas que se ajustan al horario escolar y laboral se hace cuesta arriba para muchos. Para ello, la psicóloga Carmen Romero y la psicopedagoga Mar García dan algunas claves «para que la vuelta al cole sea lo más armoniosa posible», apunta.
Durante junio, julio y agosto los ritmos se han relajado con respecto del año escolar, y los horarios se han retrasado. Reestablecer la hora de acostarse y la de levantarse puede ir preparando para que llegado el momento y suene la alarma, no sea una lucha sacar a los niños de la cama. Como primera clave la psicóloga aconseja haber ido adelantando los horarios 20 minutos cada tres días. Si se necesita recuperar una hora y media o dos, se necesitarán varios días para hacerlo progresivamente. «Así el niño sin darse cuenta volverá a la rutina del curso anterior de una manera tranquila, en calma y feliz», indica Romero.
Añadir sentido del humor
En cuanto a reestablecer las rutinas, explica que no hay que esperar al último día para volver, sino hacerlo una semana o diez días de antelación. Pero, ¿cómo? Romero recomienda una solución visual, pictogramas de las tareas o actividades que se van a realizar al final del día, por ejemplo: juego, baño, cena, lectura y dormir. Las imágenes se pueden tener colgadas en la pared de la habitación o en la nevera donde todos puedan verlas y pueden hacerse caseros o imprimirlos, y que el menor vea siempre lo que toca después. «Ellos no tienen muy claros los tiempos muchas veces, pero lo que sí entienden son las secuencias».
Por su parte, la psicopedagoga dice que para algunos niños la transición de las vacaciones al nuevo curso puede implicar falta de motivación o miedo. Para que esto no suceda, recomienda añadirle al proceso sentido del humor. Por ejemplo, proponer juegos para preparar la mochila.
Fuera miedos con ilusión
«Es importante no agobiarles con la vuelta al cole, así como comenzar a establecer horarios antes de las clases», argumenta García. Por ello, la tarea que les queda por acometer a los padres es hablarles con ilusión a sus hijos tanto del centro, como de los profesores y de sus compañeros.
Por último, para luchar contra la motivación perdida de estudiar durante el verano la psicopedagoga propone habilitar una zona de estudio que ha de ser atractiva, con mucha luz natural siempre que sea posible y exenta de pantallas; aunque, subraya la psicopedagoga «el apoyo emocional en estos momentos de cambio resultará clave para que se sientan animados en su proceso de aprendizaje».