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Vientre de alquiler, mujer embarazada, embarazo

Reconocimiento de los hijos

El Parlamento Europeo obliga a reconocer la nacionalidad de los niños gestados en vientres de alquiler

La Eurocámara invade de esta manera los derechos nacionales de cada Estado en materia de familia

El Parlamento Europeo aprobó este jueves a escasas horas de terminar la sesión plenaria en Estrasburgo un proyecto de ley mediante el cual se impone el reconocimiento de la filiación a todos los Estados miembros si esta es reconocida en cualquiera de ellos.

El texto fue aprobado con 366 votos a favor, 145 en contra y 23 abstenciones e impone la filiación sin importar al origen o forma de concepción del niño. Esta legislación podría entrar en conflicto con otras paralelas en las que se reconocen los vientres de alquiler como una forma de explotación de la mujer.

El Parlamento Europeo justifica esta decisión argumentando que, de esta manera, cualquier niño tendrá «los mismos derechos a la educación, la sanidad, la custodia y la sucesión», independientemente de su lugar de origen y de su concepción. Lo que omiten es que queda abolido el derecho de familia nacional y es una nueva intromisión en la jurisdicción de los Veintisiete.

Mientras que los países todavía podrán decidir si aceptan o no los hijos comprados por subrogación materna (vientres de alquiler), por otro lado estarán obligados a reconocer la filiación establecida en otro Estado miembro sin importar lo que diga su propia legislación al respecto.

Es decir, un país puede no reconocer legalmente la práctica de los vientres de alquiler, pero están obligados a reconocer a los niños así concebidos en el caso de que el alquiler de vientre se haya producido en otro territorio comunitario.

Parar curarse en salud han dejado una puerta trasera abierta. Los países se podrían negar a reconocer esa filiación siempre y cuando sea «manifiestamente incompatible con el orden público». Esta cuestión será viable en casos concretos y siempre tras ser evaluados de forma individual para evitar la «discriminación a las familias homoparentales».

El Parlamento también prevé crear un «certificado europeo de filiación», que sería como el libro de familia español, pero comunitario. Entre los comisarios y funcionarios es denominado abiertamente como 'certificado arco iris', pues está pensado para amparar jurídicamente a las familias homoparentales en toda la UE, invadiendo competencias nacionales. Lo justifican con el fin de reducir los trámites administraciones y facilitar el reconocimiento entre los países europeos y, si bien reconocen que no sustituirá a los documentos nacionales, se abre la posibilidad a que sea utilizado en su lugar. Legislación europea en paralelo a la nacional con el mismo rango.

El nuevo proyecto de ley deberá ser ahora aprobado por los Gobiernos de la UE para llegar a la forma final del texto. En este proceso se prevén varias modificaciones debido a la oposición de gobiernos en manos de conservadores.

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