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Una familia joven, frente a un paisaje arbóreo

Una familia joven, frente a un paisaje arbóreoPexels

XIV Barómetro de las Familias en España

Solo uno de cada tres españoles se plantea formar una familia en los próximos cinco años

Los españoles cada vez ven más difícil formar un hogar. Las dificultades para conciliar y la falta de ayudas, junto a la preocupación por la situación política y económica, lleva a la mayoría a priorizar otras cuestiones a corto plazo, aunque se siga valorando a la familia como institución fundamental para la sociedad

No es que los españoles no quieran tener familia, es que con las condiciones que tienen, les resulta muy complicado. Esta es una de las conclusiones que se extrae del XIV Barómetro de las Familias en España presentado por The Family Watch y realizado por la empresa demoscópica Análisis e Investigación, mediante una encuesta online a mil hogares de todo el país. Los resultados, en consonancia con los obtenidos en la serie histórica, muestran que los españoles cada vez ven más difícil poder formar una familia. «Estos 14 años de Barómetro nos dan una perspectiva real de cuál es la situación de las familias españolas», explica María José Olesti, presidente de The Family Watch.

Para Olesti que, desde la institución que preside, trata de fomentar la presencia de la familia en distintos foros políticos, económicos y sociales, «es especialmente significativo que el 80% [de los encuestados] considere que hoy existen mayores dificultades para formar una familia que en generaciones anteriores. Se necesitan implementar medidas reales y de calado que les ayuden y muestren el valor que tienen, tanto a nivel económico y social como a nivel político. Para ello es necesario alejar a las familias de vaivenes ideológicos y políticos, y conseguir esa estabilidad y seguridad que tanto necesitan para que puedan contribuir al desarrollo de nuestra sociedad».

Una drástica caída

En efecto, de los datos de la encuesta se desprenden que el deseo de formar una familia a corto plazo ha decrecido en el último año. Sólo un 32,7% de la población se lo plantea. La cifra sube en las franjas de edad en las que es más probable tener hijos, y se eleva al 48,1% en los menores de 29 años y al 49,3% entre los 30 y los 44. Si comparamos los datos con los del año anterior, el porcentaje de población que tenía mucho o bastante interés en formar una familia en los siguientes cinco años ha caído del 47,8% al 32,7%.

Este trabajo llevado a cabo por Análisis e Investigación para The Family Watch muestra algunas de las razones que se pueden esconder detrás de esta decisión. Por ejemplo, un 79,3% considera que es más difícil que antes crear una familia, y esta cifra ha aumentado en 3,7 puntos. Para un 88,3% de la población, la situación económica es igual o peor este año que en los precedentes, porcentaje que, hace sólo un año, se situaba en el 79,5.

Más preocupados que hace un año

Además, preguntados por las principales preocupaciones de los españoles, la mayoría se refiere a la situación política (74,0%), a la económica (64.7%) y al que se sienten más estresados e irritables (66,2%). El volumen de personas que refiere que está más preocupada por la situación económica ha aumentado en 5,5 puntos en el último año.

Todos estos condicionantes llevan a gran parte de la población a priorizar otros intereses, puesto que no sienten que se den las circunstancias adecuadas para formar una familia. Así, un 63,5% priorizaría viajar, aunque la cifra ha caído desde el 77,8% del año anterior, y un 59,3% da más relevancia a prosperar en su vida profesional. No significa que no quieran tener hijos, sino que, con los condicionantes actuales, creen más probable viajar o desarrollarse en su entorno laboral.

Para María José Olesti, estos datos demuestran la necesidad de apostar por una mayor conciliación y más ayudas a las familias. Preguntados por este extremo, el 74,8% de los entrevistados cree que mejorar las medidas de conciliación favorecería el bienestar de las familias. La cifra asciende al 82% en la franja de edad entre los 30 y los 44 años. La conciliación es el principal problema, a ocho puntos del acceso a la vivienda. Olesti defiende la necesidad de «saber qué les dificulta a los jóvenes y adultos dar el paso para tener familia y ayudarles para que puedan afrontarlo. No hay ayudas suficientes y desarrollar un proyecto vital se hace muy cuesta arriba».

La salud mental ya no es un tabú

Por fortuna, hablar de salud mental ya no es un tabú y eso ayuda a buscar soluciones adecuadas a quienes están sufriendo. Para el 78,3% de la población, el hecho de ir al psicólogo está cada vez más normalizado y un 70,5% cree que se habla con mayor libertad sobre estos temas. De hecho, el volumen de personas que estaría dispuesto a acudir a un profesional de la salud mental si siente que lo necesita es de 37,7%, la misma cifra que acudiría a su pareja.

En cuanto a los detonantes de los problemas de salud mental, hay una marcada diferencia generacional. Los adultos perciben que son las dificultades económicas las que provocan más desestabilización emocional, en un 78,9% de los casos, seguidas del sentimiento de soledad (49,1%). Sin embargo, este patrón no se repite en los jóvenes. Para un 68,3%, la influencia de las redes sociales es un detonante claro de problemas de salud mental, seguido por los casos de acoso (56,4%) y por la baja autoestima (49,7%).

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