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El meme 'side eyeing Chloe'

El meme 'side eyeing Chloe'

Convirtió a su hija en un meme viral y admite que se arrepiente: «No era el camino que quería para mis hijas»

La familia siempre ha mantenido algunos límites, como cuando se negaron a que su hija mayor presentase un programa de televisión cuando tenía 6 o 7 años

Sentada en el asiento trasero del coche, Chloe mira a su madre desconcertada, que la grababa para su canal de YouTube. Tenía dos años entonces y su rostro se convirtió en un meme apodado 'side eyeing Chloe' o la mirada de reojo de Chloe por su traducción literal al español.

En 2013, Katie Clem publicó un vídeo en el que se daba a sus dos hijas una sorpresa, en vez de ir al colegio ese día acudirían a Disneyland. Sus casi tres minutos de duración acumulan 24 millones de visualizaciones. En una entrevista en exclusiva con la revista People esta madre ha confesado el arrepentimiento que ha sentido durante años. «Chloe tenía dos años y la gente se le acercaba para pedirle fotos. Fue una locura», recuerda.

La joven tiene hoy 14 años y su cuenta de Instagram sigue siendo gestionada por su madre. Su imagen sigue recorriendo internet pero su rostro ya nada tiene que ver con el de aquella niña de ojos saltones y dientes separados que dedicó una mirada confusa a su madre. La vida de la familia Clem cambió radicalmente con aquel vídeo. Lograron patrocinios con grandes marcas, como Google (que ha financiado las vacaciones familiares en Brasil y otros países en varias ocasiones)e incluso vendieron el meme de Chloe como un NFT en 2021 por 74.000 dólares americanos.

Katie Clem reconoce que pasaron de «estar una situación económica muy difícil a poder pagar facturas, un coche nuevo y ahorrar para la educación de Chloe». A pesar de todo ello, a medida que fue pasando el tiempo la madre comenzó a reflexionar sobre la decisión de exponer a sus hijas en redes sociales. «Entonces, no pedí el consentimiento de mis hijas. Subíamos vídeos simplemente porque era divertido», reconoce. The Clem Family siguió alimentando su canal de contenido hasta 2020, cuando Katie se dio cuenta de que sus hijas habían perdido el interés y decidió parar, si bien, hace seis meses volvieron a publicar un vídeo.

«Al final, la situación se volvió demasiado complicada para mis hijos y sentí que nadie se beneficiaba de ello», cuenta Katie sobre porqué decidió dejar de subir contenido al canal. «Nunca hubo señales de alerta», dice sobre la fama de Chloe, pero también reconoce que sus hijas técnicamente nunca aceptaron participar en los vídeos. «Te subes a este tren y dices que sí a todo», cuenta.

La familia siempre ha mantenido algunos límites, como cuando se negaron a que su hija mayor presentase un programa de televisión cuando tenía 6 o 7 años. «Sabía que ese no era el camino que quería para mis hijas», dice. Ahora confirma tener «sentimientos encontrados» sobre los canales familiares de YouTube y reflexiona sobre el impacto que la fama ha tenido en la vida de sus hijas. «¿Hice todo bien? ¿Hice todo mal? Me pregunto si algunos comportamientos de mis hijas hoy son consecuencia de lo que vivimos hace años», se sincera.

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