Condición de éxito en pareja
Para que el amor que va surgiendo y tenga proyección en el tiempo, los tienen que ser buenas personas
Siempre que nos dicen que una pareja lo ha dejado, nos sorprende. Especialmente si los conocemos desde que empezaron a salir.
Era tan fuerte ese sentimiento, esa complicidad que se veía, que nos parece difícil que se haya podido romper. Era tanto lo que decían sentir el uno por el otro, que parece mentira que eso se haya quedado en la nada.
Toda pareja se establece con un afán de permanencia. Y todos tenemos la idea de que la felicidad nos la jugamos en el terreno de los amores. Y así es. Esto nos llevaría a actuar en consecuencia. Debería ser la relación que más cuidásemos. Muchas veces, es así. Otras no.
Yo creo que lo primero que habría que investigar en un noviazgo para que el amor que va surgiendo tenga proyección en el tiempo, es que los dos sean buenas personas.
Es una conclusión a la que he llegado, paulatinamente, a base de oír a personas que estaban pasando por situaciones difíciles en su relación.
Cuánto daño voluntario se hace al otro. Cuánto daño se hace a los hijos, sin motivo. Solo por soberbia, por quedar por encima, por dinero, por egoísmo, por pensar únicamente, no en mi bien, sino en mi bienestar, en mi placer o en mi capricho.
Personas que casi inmediatamente te dicen que los hijos son lo más importante para ellos y les están haciendo sufrir, por imponerse al otro, por celos, por nada. Incapaces de hacer un pequeño sacrificio por sus hijos. Gente que, habitualmente, cuando hablan de sí mismos se consideran «buena gente».
La vida tiene tantas idas y venidas, que se hace imprescindible ser buenas personas para poderla vivir con una cierta paz.
Estas, las buenas personas, quieren a los demás en circunstancias difíciles para ellos o para los demás. Evitan hacer daño al otro. Piensan en los demás más que en ellos. Comparten y colaboran.
Ser buena persona es una buena forma de asegurar una pareja.
Muchas veces se confunden las buenas personas con los tontos o con los pusilánimes. No tiene nada que ver. Las buenas personas son atractivas, porque el bien y la verdad tienen un gancho grande.
Generalmente, esa bondad se adquiere a base de formación, de educación orientada a mejorar como persona.
Alguien que no se forme cada vez será peor persona. Suena duro, pero así es. O mejoramos, o empeoramos. Quedarse en tierra de nadie es imposible para el ser humano.
Todas las buenas personas, por muy sencillas que sean en el terreno cultural, ponderan interiormente su actuar, en función de una educación y unos valores que incorporaron a su vida en algún momento.
A riesgo de parecer negativo, después de ver a muchos matrimonios de forma habitual, pienso que hay mucha gente que no son buenas personas. Eso se manifiesta de manera habitual en que primero están ellos, después ellos y al final ellos. No son flexibles, rechazan la ayuda, por tener razón son capaces de romper un matrimonio. Lo único que quieren es que el otro cambie para que ellos vivan mejor. Que de no aceptarlo
Desgraciadamente, todo lo que digo es muy frecuente. No perdonan y con frecuencia, tienen deseos de venganza con el padre o la madre de sus hijos.
Te dicen que no pueden aceptar algo, que de no aceptar, puede destruir la pareja, y que ese comportamiento es por dignidad. Están confundiendo la dignidad con la soberbia.
Muchas veces son personas con una posición social preeminente y por esa razón se consideran gente formada. No es verdad son personas que se ha especializado en algo concreto que le hace ser relevante en su profesión. En lo que se han especializado, son muy buenos, saben mucho, pero de otras facetas presentan carencias notables que es lo les está llevando a la situación en la que están.
La formación como personas es indispensable. Si no la tenemos fracasaremos.
Si uno no tiene formación como padre, madre, esposo, esposa es obvio que va a fracasar en ese campo.
Miremos a la sociedad.