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Ben Affleck y Jennifer Lopez, el pasado mes de octubre en Nueva York

Ben Affleck y Jennifer Lopez, el pasado mes de octubre en Nueva YorkGTRES

Ben Affleck relata el gran momento que está viviendo junto a Jennifer López

La pareja se ha dado una segunda oportunidad después de que rompieran su compromiso hace 17 años

después de los difíciles momentos que vivió por sus problemas con el alcohol y el divorcio con Jennifer Garner, Ben Affleck está mejor que nunca. Tiene controlada su adicción y se ha dado una segunda oportunidad con Jennifer López, de la que está enamoradísimo, como así ha reconocido en una entrevista reciente con The Wall Street Journal.

«Puedo decir que mi historia de amor definitivamente es hermosa», ha dicho sobre el reencuentro con la que fue su pareja en el año 2002. Está encantado después de haber conseguido salir de todo el infierno que vivió: «Mi vida ahora refleja no solo la persona que quiero ser, sino la persona que realmente siento que soy, lo cual no es perfecto, pero sí alguien que se esfuerza y se preocupa mucho por ser honesto, auténtico y responsable».

Pese a todo reconoce que no le gusta en absoluto el circo que hay montado en torno a su relación con la cantante. Es una persona muy celosa de su intimidad y muchas veces cree que se ha invadido su privacidad: «Sé que me siento más cómodo teniendo esos límites saludables en mi vida alrededor de los cuales, de una manera amistosa y directa, les digo, simplemente que no quiero estar hablando de mi relación personal con un periódico. Voy a ejercer un poco de moderación».

La pareja se conoció en el año 2002 durante el rodaje de la película Una relación peligrosa. Aunque ambos se gustaron, por aquel entonces Lopez estaba casada con el coreógrafo Chris Judd. Pero no tardó en divorciarse y en comenzar una relación con Affleck. Al año siguiente se comprometieron aunque la boda nunca llegó. En 2004 anunciaron su ruptura definitiva.

Sobre su adicción

De lo que también ha hablado en la entrevista es de su adicción a la botella: «La única cura real para el alcoholismo es el sufrimiento». Reconoce que el gran dolor que tiene es haberle hecho tanto daño a las personas que le quieren: «Tengo mucha suerte en mi vida porque me he beneficiado de las segundas oportunidades y soy consciente de que otras personas ni siquiera tienen las primeras oportunidades. La vida es difícil y siempre estamos fallando y, con suerte, aprendiendo de esos fracasos».

Hubo días en los que pensó que realmente no podría salir de ese infierno y que acabaría perdiéndolo todo. «Ese miedo fue finalmente lo que me hizo cambiar las cosas. No me volví más fuerte ni desarrollé ninguna fuerza de voluntad. Simplemente llegué a ese umbral. No era la vida que quería», reconoce en la entrevista.

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