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La Princesa Margarita vivió una vejez problemática fruto de sus excesos de juventud

La princesa Margarita vivió una vejez problemática fruto de sus excesos de juventud

Casa Real

Margarita de Inglaterra, el ocaso de la princesa triste

La hermana de Isabel II vivió una espiral autodestructiva que comenzó tras la negativa real de casarse con Peter Townsend

«La desobediencia es mi alegría». Esta frase que la princesa Margarita le dijo al poeta y novelista Jean Cocteau parece que se convirtió en su máxima de vida, ya que es, sin duda, una de las que mejor define a uno de los personajes más controvertidos de la realeza inglesa. Su historia de amor imposible con el capitán Peter Townsend, su tóxico matrimonio con el fotógrafo Antony Armstrong-Jones, sus continuas infidelidades y una vida de excesos acabaron con la princesa Margarita el 9 de febrero de 2022 tranquilamente mientras dormía en el hospital Eduardo VII de Londres, en el que fue ingresada tras sufrir un ataque de apoplejía.

Fue la única hermana de la reina Isabel II y, pese a ser toda su vida un personaje secundario de la monarquía, fue durante un tiempo la segunda en la línea del trono. Vivió bajo su sombra hasta 1955 cuando el mundo habló de ella al anunciar dramáticamente que no se casaría con el amor de su vida, Peter Townsend, porque deseaba obedecer la llamada del deber y por fidelidad a su hermana. En realidad, fue esta la que no permitió la unión entre la princesa y uno de los caballerizos del rey Jorge VI y que supuso un gran apoyo para aquella joven de 22 años cuando el rey murió.

Photograph of Princess Elizabeth (1926-) and Margaret (1930-2002) in the schoolroom on the top floor of Royal Lodge. Dated 20th Century

Junto a su hermana en sus clases privadas de formaciónPhoto12

Townsend era de origen plebeyo, quince años mayor que Margarita, recién divorciado y padre de dos hijos. Para la Casa Real, con la reina como cabeza visible de la Iglesia anglicana, muy estricta con la perdurabilidad del matrimonio, este hecho chocaba de lleno con lo que la monarquía representaba.

Margarita manifestó una y otra vez su deseo de contraer matrimonio con él, pero tanto desde el Gobierno como desde la institución se llevaron a cabo una serie de decisiones encaminadas a boicotear por completo la relación, empezando por mandar a Townsend a Bélgica, con la esperanza de que un distanciamiento de la pareja podría enfriar la relación.

Retrato real de la Princesa en su juventud

Retrato real de la Princesa en su juventud

La ruptura se produjo poco después. Algunos aseguran que rompió en contra de su voluntad y enamorada de él, otros, que lo hizo presionada por la institución, la Iglesia y el Gobierno. Sin embargo, la que más fuerza tiene es la que apuesta por una decisión unilateral de su hermana Isabel, al imponer su deseo frente al de su hermana.

En cualquier caso, tras la ruptura, la princesa protagonizó una etapa en la que las fiestas y el alcohol estuvieron muy presentes en su vida y, como síntoma de premonición, en una de ellas conoció al fotógrafo Antony Armstrong-Jones, con el que se casó el 6 de mayo de 1960. Los medios catalogaron el enlace como «la boda del despecho».

El día de su boda con Antony Armstrong-Jones

El día de su boda con Antony Armstrong-Jones

Con Lord Snowdon en Amsterdam

Estuvo casada con Lord Snowdon durante dieciocho problemáticos años

Picture taken on November 30, 1961 at London showing Princess Margaret and her husband the Earl Snowdon leaving Clarence House with her baby son David. (Photo by - / CENTRAL PRESS PHOTO LTD / AFP)

Tras dar a luz a su hijo DavidAFP

Margarita entró en un espiral autodestructiva de continuas discusiones, infidelidades y fiestas hasta altas horas de la madrugada que acabaron con su matrimonio dos décadas después. Nadaban entre las aguas del adulterio y la aprobación familiar no fue suficiente para mantener sólida a la pareja, que, después del nacimiento de su segunda hija, se desmoronó.

Desde que su hermana fue coronada, la princesa Margarita supo siempre estar en «ese incómodo segundo lugar», incluso en sus propias relaciones y, poco a poco, comenzó a sufrir una depresión que la acompaño durante años, al igual que otros problemas de salud derivados de sus adicciones. Retirada con sus amantes en la caribeña isla de Mustique, padeció un derrame cerebral, un tumor pulmonar, incidentes cardiovasculares y faltas de visión y movilidad en la mitad de su cuerpo.

La venta, por parte de su hijo David, de su casa en el paraíso caribeño terminó de demostrar la incomprensión de su familia, que se negó durante toda su vida de que recibiera atención emocional por sus angustias mentales. En 1998 sufrió una apoplejía de la que nunca llegó a recuperarse del todo. Cuando falleció, en 2002, a pocos días del fallecimiento de su padre y del 50 aniversario de su hermana en el trono solo quedaba una sombra de aquella princesa de hermosos ojos azules que siempre antepuso sus obligaciones a su vida personal.

Princess Margaret

En los últimos años de su vida

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