Los negocios de Sergio Ramos: caballos, arte, gasolineras y un gran batacazo inmobiliario

Sergio Ramos se enfrenta este martes con el Real Madrid, el equipo al que estuvo ligado durante 16 años y que abandonó el pasado verano rumbo a París. No hubo acuerdo para una renovación entre el club blanco y el jugador sevillano y marchó a la capital francesa, donde se embolsa cada año cerca de 15 millones de euros. Es el cuarto jugador mejor pagado del PSG, por detrás de Messi, Neymar y Mbappé. Y eso sin contar lo que gana fuera del terreno de juego.

Numerosas marcas quieren hacerse con su imagen y él se lucra de ello. La cartera le va bien dentro y fuera del campo, aunque lejos del verde ha sido una constante de éxitos y fracasos. Cuando todavía militaba en el Sevilla, creó su empresa de cabecera, Sermos 32 SL, con la que empezó a gestionar todo su patrimonio y sus derechos de imagen. A mediados de los 2000 la compañía estaba valorada en 37 millones de euros y en 2020 contaba con activos de 70 millones.

Fue a través de esa empresa con la que el futbolista trató de hacerse con la gestión del Mercado Lonja del Barranco en 2012 pero la concesión del Ayuntamiento de Sevilla cayó en manos de UTE Lonja del Barranco, que pertenece al torero Francisco Rivera y al periodista Carlos Herrera, entre otros.

Su peor decisión fue hacerse accionista mayoritario de Desarrollos Inmobiliarios Los Berrocales SA (DILB), empresa de la que adquirió el 49,99 % a través de Sermos 32. Con esa participación, entró a comprar terrenos para la construcción de Los Berrocales en Madrid, una apuesta que salió muy mal con el estallido de la la crisis inmobiliaria.

El Ayuntamiento de Madrid, con Manuela Carmena a la cabeza, congeló el proyecto al bloquear las licencias de obra para completar la promoción en 2017. Un par de años más tarde el por entonces defensa del Real Madrid se tuvo que enfrentar a amenazas de embargo de cerca de 40 millones de euros. Consistía en lo que aún quedaba por pagar de la deuda que había contraído la sociedad inicialmente más lo intereses que tenía en ese momento. Al final consiguieron cancelar el crédito, pero la empresa obtuvo unas pérdidas de casi 20 millones de euros.

Es el mayor tropezón, pero no el único. Destacan también la explotación de gasolineras y un parking marbellí que, durante un tiempo, se consideró deficitario, pese a que luego le supuso ingresos de más de 10 millones de euros. Abandonó también el proyecto de un centro comercial en Sevilla, en el que invirtió tres millones de euros.

Amor por los caballos

El defensa siente pasión por el mundo equino y se le ve habitualmente en jornadas hípicas. Este es uno de los sectores en los que sí se puede decir que el de Camas ha cosechado éxitos en los negocios. Fundó en 2004 Yeguada SR4 en una finca de 44 hectáreas en Bollullos de la Mitación (Sevilla) con su cuñado y terminó cerrando a los 15 años con unos activos de 70 millones de euros. Con su caballo Yucatán, de hecho, ganó el título de campeón del mundo.

En paralelo, Ramos también ha ido acumulando una buena colección de arte contemporáneo. La colección se compone de obras de entre 30.000 hasta medio millón de euros, principalmente en arte figurativo contemporáneo internacional con el que pretende situarse como uno de los mecenas más relevantes del mundo. Está claro que el día que se retire del fútbol, todavía le quedan muchos negocios adicionales con los que seguir engrosando su ya de por sí extensa fortuna de 100 millones de euros.