El retrato de Lady Di que se ha mantenido oculto 34 años

Hace apenas un mes, sorprendía la noticia de que un retrato realizado por Nelson Shanks a la difunta Princesa de Gales se había vendido por más de 200.000 dólares, diez veces más de lo que en un principio se estimaba. El óleo sobre lienzo fue el boceto que el pintor realizó antes de realizar el retrato formal de cuerpo entero de la Diana. Fue parte de un encargo de la Casa Real, se realizó en la víspera a la separación del Príncipe Carlos y muestra a una Diana con la mirada baja y expresión apática, como si estuviera sumida en sus propios pensamientos. De hecho, el artista pretendía reflejar el coste emocional de la vida pública de Diana a mediados de la década de 1990, pero también su resiliencia interior.

Ahora, se acaba de descubrir una fotografía que refleja de forma tan significativa como el retrato la tristeza de la princesa. La Historic Royal Palaces acaba de anunciar la inauguración de la exposición Life Through a Royal Lens, una extensa muestra fotográfica que se inaugura hoy en el Palacio de Kensington y que recopila imágenes inéditas de los últimos 200 años de la familia real británica. Entre ellas, destaca esta instantánea inédita que se había mantenido oculta durante más de 34 años.

Un retrato en blanco y negro en el que la Princesa posa para el fotógrafo David Bailey en 1988 y que pertenece a un reclamo realizado por la propia galería. En su día no pasó el corte para ser publicada. Sin embargo, tres décadas después es presentada como principal reclamo de la exposición, ya que el gesto que tiene anticipa la tragedia que ocurrió años después. Y es que cuando se tomó la fotografía, su relación con el Príncipe de Gales atravesaba cierto malestar. A pesar de su viaje a Mallorca junto a la familia real española y su visita oficial a Tailandia acompañada del Príncipe, la prensa ya hablaba de una profunda crisis en el matrimonio con el heredero británico. Incluso ya apuntaban a varias infidelidades por parte de ambos.

En la imagen, aparece de perfil, con una expresión bastante melancólica y vestida con un traje de gala con escote asimétrico que podría haber sido el mismo que lució meses después en una cena de Claridge’s y que combinó con los mismos pendientes largos y acabados en lágrima. En esta segunda ocasión, lució también la tiara Spencer, la misma con la que se casó en 1981, y la gargantilla art decó de esmeraldas, propiedad de la Reina María y que recibió como regalo de boda.

La muestra también incluye a otros royals que se pusieron delante del foco de Bailey, como los actuales duques de Cambridge. Destaca especialmente, además, el fabuloso retrato de la princesa Margarita realizado por su exmarido, Lord Snowdon, así como fotografías tomadas por un joven duque de Windsor cuando era adolescente.