Naty Abascal reaparece en medio de la investigación de Anticorrupción a su hijo, Luis Medina

Momentos complicados para la familia de Naty Abascal y en concreto para Luis Medina, su hijo pequeño, quien ha sido demandado por la Fiscalía Anticorrupción al ser acusado de «obtener un exagerado e injustificado beneficio económico» por la compra del material sanitario que el hijo del desaparecido duque de Feria distribuía al Ayuntamiento de Madrid al comienzo de la pandemia junto al empresario Alberto Luceño.

Horas después de salir a la luz la tan inesperada información, la modelo de alta costura ha reaparecido frente a las cámaras de televisión, aunque eso sí, sin ánimo de mediar ni una sola palabra al respecto. Ha sido durante la mañana de este jueves cuando la sevillana, ataviada con un look casual de estilo deportivo, fue localizada saliendo de su domicilio y montándose rápidamente en un taxi que la llevó hasta la puerta de unos grandes almacenes, establecimiento al que accedió casi corriendo y haciendo gala de su habitual hermetismo.

Lo cierto es que la exmujer de Rafael de Medina y Fernández de Córdoba se encuentra en un desagradable momento de incertidumbre y preocupación por el menor de sus hijos, al que siempre se ha entregado en cuerpo y alma. Tal y como recogen varios medios de comunicación, Luis Medina se enfrenta a una querella interpuesta por la Fiscalía Anticorrupción, quien le acusa de cometer presuntos delitos de estafa agravada, falsedad en documento mercantil y blanqueo de capitales. Y es que el Ministerio Público ha imputado a ambos empresarios la presunta comisión de estos delitos, «sin perjuicio de que la calificación pueda variar en el momento procesal oportuno».

Tal y como ha quedado recogido en el escrito difundido el pasado miércoles, el fiscal determina que Luis Medina ha llegado a ganar cerca de un millón de euros gracias a «su condición de personaje conocido en la vida pública», de la cual podría haberse aprovechado con el fin de obtener un contacto en el Área de Hacienda y Personal del Consistorio de Madrid, un organismo encargado que, durante la pandemia, se dedicó a centralizar la compra de todo el material sanitario.

Según consta en la demanda, Medina y su amigo ofrecieron al Ayuntamiento de Madrid en marzo de 2020, la posibilidad de adquirir grandes cantidades de productos sanitarios fabricados en China, llegando a firmar varios contratos con la Empresa de Servicios Funerarios y Cementerios de Madrid. Estas compras costaron al Ayuntamiento más de diez millones de euros, dinero con el que los socios consiguieron una comisión del más del 50% con la que, según la Fiscalía, Medina se compró un yate de 325.515 euros, mientras que el empresario se dedicaba a blanquear dinero a través de la compra de nueve vehículos y relojes de alta gama, así como una exclusiva vivienda situada en Pozuelo de Alarcón, entre otras cosas.

Tras trascender semejante información a los medios de comunicación, el marqués de Villalba quiso defenderse en una entrevista que concedió a El Confidencial. De este modo, reconoció que cobró una comisión de un millón de euros, pero aclaró que tan solo correspondía a un 8% del total del contrato, el porcentaje que se suele percibir cuando se actúa de intermediario: «No es ilegal, pero comprendo que haya gente que no lo entienda. No puedo responder por lo que hiciera la otra persona», dijo Medina tratando de desvincularse de Alberto Luceño.