La Reina Sofía viaja a Atapuerca: el motivo por el que ha llegado 30 minutos tarde

La Reina Sofía ha retomado sus compromisos oficiales en España coincidiendo con una jornada en el que su nombre ha sonado con más fuerza de lo habitual en la crónica social. Recién aterrizada de Egipto, donde ha disfrutado de un espectacular viaje marcado por la intensidad de su agenda a través de visitas culturales y cenas con viejas amigas, pese a que el principal motivo de su viaje no era otro que la cumbre climática COP27, a primera hora de la mañana de este lunes la madre del Rey Felipe VI ha puesto rumbo a la localidad burgalesa de Ibeas de Juarros, donde ha presidido la reunión del Patronato de la Fundación Atapuerca, de la que es presidenta de honor.

En su intento de seguir mostrando su apoyo a este proyecto paleontológico, la esposa del Rey Juan Carlos ha participado en un encuentro que le ha permitido conocer de cerca los nuevos proyectos de la Fundación, entre los que destacan el centro de investigación Emiliano Aguirre que se construirá en Ibeas de Juarros y que acogerá todo el fondo documental existente sobre los yacimientos, así como el presupuesto para el próximo ejercicio.

Doña Sofia también ha tenido ocasión de empezar a definir las líneas del plan diseñado para marcar la actividad de la Fundación Atapuerca durante los próximos años, cuyo objetivo es orientar la entidad de cara a su futuro, fortalecerla y prepararla para la celebración de su 25 cumpleaños, y de ver de cerca uno de los últimos fósiles encontrados en la sierra de Atapuerca que ha sido bautizado como Pink.

Sin embargo, más allá del papel de la Reina en dicho encuentro, uno de los hechos más comentados de la jornada ha sido los 30 minutos de retraso con los que ha llegado a la sede funcional, aunque su impuntualidad se debe a un motivo más que justificado. En un primer momento, estaba previsto que la Reina fuese trasladada hasta el lugar en helicóptero, pero las inclemencias meteorológicas han propiciado un repentino cambio de planes de última hora. Finalmente, ha sido trasladada en coche, de ahí su retraso.

A su llegada al lugar, Doña Sofía ha sido recibida por el presidente de la entidad, Antonio Miguel Méndez Pozo; por los codirectores del Sistema Atapuerca, Eudald Carbonell, José María Bermúdez de Castro y Juan Luis Arsuaga; por otros miembros del Patronato y por diferentes autoridades, como el consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Gonzalo Santonja; el presidente de la Diputación de Burgos, César Rico; y el alcalde de la capital burgalesa, Daniel de la Rosa. Al término de la reunión, la esposa del Rey Juan Carlos se ha trasladado al restaurante Dos Claveles para disfrutar de una comida exclusiva en compañía de varios miembros de la Fundación.

Para esta cita, la Reina se ha decantado por un look de lo más acertado y formado por un pantalón negro de corte clásico, que ha combinado con una blusa en color azul eléctrico, una americana del mismo color, un fular a tono, un bolso metalizado y unas botas de tacón de color oscuro.

Además, en su visita a Burgos, la Reina ha demostrado que, pese a todo lo comentado sobre ella en las últimas horas, si algo tiene claro es que piensa seguir cumpliendo con sus obligaciones con la monarquía en su perfil de discreción, sin perder la sonrisa en ningún momento y volviendo a ejercer como la mejor embajadora de la Casa Real española.