Tamara Falcó, de viaje exprés a Nueva York en busca de su vestido de novia de Carolina Herrera

Las sospechas se confirman. Después de varios días de completo hermetismo sobre quién sería el nuevo diseñador del vestido de Tamara Falcó, que haya cogido un vuelo de forma express a Nueva York parece indicar que sería Carolina Herrera la artífice del diseño.

La marquesa de Griñón se trasladaba a primera hora de la tarde al Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid Barajas para coger un vuelo directo que la lleve a encontrarse con Wes Gordon, director creativo de Carolina Herrera. Viaja acompañada de Blanca Unzueta, una de sus más fieles aliadas en este largo proceso. Aterrizará alrededor de las siete de la tarde en el JFK de Nueva York tras algo más de ocho horas y media de vuelo a bordo de un Airbus de Iberia.

La primera reunión, en palabras de Vanitatis, se llevará a cabo el lunes a primera hora en el número 954 de Madison Avenue donde Carolina Herrera abrió hace décadas su tienda y cuya azotea se encuentra la sección de bodas.

Será un viaje exprés, a juzgar por su maleta de mano y dado que tiene compromisos que la citan en Madrid a lo largo de la semana que viene. Como cada jueves, por ejemplo, tendrá que acudir a la tertulia de El Hormiguero.

Ya aventuramos hace unos días que la marquesa de Griñón podría querer poner tierra de por medio y alejarse de la «marca España» nupcial. Estaba claro que Carolina Herrera, gran amiga de su madre, Isabel Preysler, acudiría al rescate. De hecho, en su reality de Netflix pudimos ver a las tres en la tienda neoyorquina de la diseñadora colombiana mientras miraban distintos diseños.

Tamara Falcó se ha visto abocada a esta situación tan solo siete semanas antes de su enlace con Íñigo Onieva después de que Sophie et voilá se desmarcarse de forma definitiva del proceso creativo del diseño. La periodista Leticia Requejo, periodista de El programa de Ana Rosa, llegó a afirmar que el motivo de disputa es que Tamara les propuso hacer un calco de un diseño francés que está expuesto en el Metropolitan Museum de Nueva York. Un vestido midi de corte a la cintura y estilo romántico que las responsables de la firma se habrían negado a «plagiar».