La nueva andadura profesional de Begoña Villacís tras la caída de Ciudadanos
La debacle en el 28-M la ha dejado fuera del Ayuntamiento de Madrid y a la espera de que suene el teléfono
Una semana después de la defunción de Ciudadanos, Begoña Villacís aún no ha actualizado su perfil de Instagram, donde sigue presentándose como vicealcaldesa de Madrid. Aún le queda tiempo hasta el próximo 17 de junio, cuando se conformará el nuevo Gobierno municipal e Inmaculada Sanz ocupe el que fue su sillón. Villacís continúa despertando de la pesadilla del 28-M con un resultado catastrófico que la dejó fuera de la alcaldía. «Es el discurso más duro de mi vida», añadía después sin poder reprimir las lágrimas.
En realidad, a pocos ha sorprendido el desenlace de la formación naranja, y la mudanza de Inés Arrimadas a Jerez, anunciada hace unos meses, ya dejaba entrever cuál era el camino. Tras el adelanto electoral de las generales y la decisión de Ciudadanos de no presentarse, llegaba el anuncio de la líder del partido de abandonar la política, siguiendo los pasos de su antecesor.
Begoña Villacís aún no ha movido ficha tras el fin de su ciclo en el Ayuntamiento de Madrid, donde ha estado los últimos ocho años. A diferencia de otros políticos, ella sí cuenta con una amplia trayectoria en la empresa privada, que abandonó en 2015 cuando fue elegida como candidata de Ciudadanos para liderar el proyecto en la capital. Licenciada en Derecho y especializada en asesoría fiscal, se siente con libertad para decidir su futuro porque está de excedencia y tiene una profesión a la que volver. Estaría barajando regresar a su antiguo trabajo, como abogada en Legálitas. De hecho, en más de una entrevista declaró que abandonaría la política si Ciudadanos no entraba en el Ayuntamiento.
El «no» de Almeida
Antes de las elecciones se especuló con que en caso de hundimiento, como así ha sido, el PP le ofrecería un salvavidas. Se habló de un escenario similar al de Juan Marín, después de la desaparición de Ciudadanos en Andalucía, pudiendo ofrecerle un cargo en una empresa o consorcio municipal del Ayuntamiento de Madrid. De momento, el alcalde José Luis Martínez Almeida no le ha tendido la mano y no parece que lo vaya a hacer. «Al Ayuntamiento es complicado, porque quien ha sido vicealcaldesa es complicado que pueda ocupar un cargo meramente directivo, lo cual no quiere decir que tenga la mejor opinión y la relación cordial en lo personal. Le deseo lo mejor en el futuro porque tiene los mimbres para conseguir lo que se proponga», declaró.
Villacís también ha desmentido, en más de una ocasión, una posible incorporación al PP, como se rumoreó a principios de año, y como sí hicieron sus compañeros los concejales naranjas Pepe Aniorte y Ángel Niño. Ella se define como una mujer de centro liberal fuera y dentro de la política.
En este momento de zozobra profesional, Begoña Villacís se refugia en los dos pilares de su vida; el deporte y la familia. En un acto público, en la reapertura del Estadio Vallehermoso de Atletismo, llamaron la atención sus esculpidos gemelos. Desveló que practica running desde hace una década y también participa en carreras populares. En el colegio, se pasaba las tardes dándole patadas al balón y todos sus amigos eran chicos. Inquieta y trabajadora, le gusta recordar que en su adolescencia pasó varios veranos como dependienta de Zara.
Begoña Villacís tiene tres hijas Paula de 17 años, Jimena, de 16, e Inés, de 4, fruto de su matrimonio con el abogado Antonio Suárez-Valdés, del que se divorció en 2020, tras 15 años juntos. Posteriormente, comenzó a salir con el periodista Rubén Amón, con el que se ha dado una segunda oportunidad, tras separar su camino al final del pasado verano.
La exvicealcadesa es una amante de la buena mesa, le encanta la tortilla de Casa Dani, el restaurante El Viajero de La Latina y tomarse una copa en Válgame Dios.