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Los Medina Sidonia, en pie de guerra por la herencia con su hermanastra: «Nos sentimos estafados»
Conversamos con la exduquesa de Fernandina y Gabriel González de Gregorio, otro de los hermanos afectados para que nos amplíen su indignación
Ayer miércoles se agotó el plazo para recurrir la sentencia emitida por el juzgado de primera instancia de Soria por la que podrían embargarle bienes a Pilar Medinasidonia. La exduquesa de Fernandina, ha presentado un recurso. Acabamos de conversar con ella y con, Gabriel González de Gregorio, otro de los hermanos afectados para que nos amplíen su indignación.
«Ayer miércoles –nos cuenta Pilar Medinasidonia–, presentamos el recurso, agotando los plazos que marca la ley de veinte días. Me condenan como si fuera una pretensión no intencionada, como si mi padre no conociese la existencia de Rosario Bermudo, cosa que se ha demostrado en sede judicial que no es cierto y además, la propia jueza así lo reconoce porque señala que le corresponde la legitima estricta y no el resto de la herencia. Rosario y mi padre tuvieron trato, él conocía de su existencia. Mi padre voluntariamente no la metió en la herencia y el abogado de mi padre declaró que creía que entre ellos debieron de llegar a un acuerdo porque Rosario, en un momento dado, dejó de llamarle. Es decir, que si ahora reclama una herencia tendría que ser una legítima a partes iguales. Los cuatro hermanos herederos tenemos que pagar a partes iguales el 25 por ciento de la legítima».
Vivimos en una inseguridad jurídica
El otro hermano afectado por la sentencia y que se siente estafado, es Gabriel. Con él hemos mantenido esta entrevista desde Roma, donde se encuentra pasando unos días.
– Gabriel, ¿se siente estafado por la sentencia del Juzgado Primera Instancia de Soria?
– Sí. Y me fastidia. En el acuerdo, que homologó el juzgado de Soria, teníamos que pagar a Rosario entre bienes y dinero, entre los cuatro hermanos, 700.000 euros a partes iguales. Le ingresé mi parte, 175.000 euros y no fui a juicio, pero Pilar y Leoncio sí fueron a juicio. Ahora la juez ha emitido una sentencia con la que me siento estafado. Según esa sentencia, que Pilar acaba de recurrir, no me correspondería el 25% de la legítima de Rosario, que es lo que dice la Ley, sino el 8,43%. En lugar de 175.000 euros, tendría que haber pagado unos 94.400.
No comprendo porque la juez homologó unos acuerdos, si luego iba a hacer esta sentencia por la que carga en mi hermana Pilar el pago de más del 70% de la legítima de Rosario, cuando la legítima de Rosario nos la repartimos en su día, cada uno de nosotros se quedó con el 25% de lo de Rosario porque no sabíamos de su existencia, ella sí, pero nosotros no conocíamos que nuestro padre la engendró en su juventud.
– ¿Presentará una querella?
– Lo estoy estudiando. En principio no se puede poner una querella a un juez de Primera Instancia porque hay instancias superiores que pueden corregir el error, pero dado que por la vía de la ejecución provisional, una sentencia de Primera Instancia errónea puede convertirse en una estafa, en un daño irreparable, puede suceder que el beneficiario del error cobre y se esfume. Entiendo que todo esto es un engaño.
Pilar debería ganar el recurso si se aplica la ley y aún así; podría no recuperar un céntimo porque Rosario podría habérselo gastado para entonces.
– ¿Por qué Pilar tiene que pagar el triple que el resto de hermanos?
– A Rosario le corresponde la legítima estricta porque nuestro padre conocía que Rosario era su hija cuando hizo testamento y no quiso incluirla en él, supongo, por lo que se dijo en sede judicial, según me pareció entender que algún tipo de acuerdo tuvieron en vida de mi padre. La sentencia recoge este hecho y limita el derecho de Rosario a la legítima estricta: 1.120.000 euros.
Ahora la juez establece que paguemos la legítima de Rosario, según nuestra cuota hereditaria, y eso es erróneo porque nosotros nos lo repartimos al 25%. Y tampoco esa sentencia, que Pilar acaba de recurrir, tiene en cuenta a otra heredera, la viuda de nuestro padre, que también cobró. La sentencia interpreta mal la Ley. Y me extraña porque la juez tiene muy buena fama en Soria.
Quiero recalcar que la sentencia establece que el derecho de Rosario se limita a la legítima estricta. Así que la cuota de cálculo ha de ser la del reparto de ese tercio de legítima: el 25%. Pilar solo es responsable, según la Ley, del 25% de la legítima de Rosario, no del 70,06% como tratan de cargarle ahora.
– ¿La jueza os quiere castigar por algo que hizo vuestro padre?
– La legítima de Rosario sería de 1,2 millones de euros y la de Pilar 0,6 millones. Creo que a la juez le pareció que nuestro padre fue injusto y más escuchando en sede judicial el emocionado relato de nuestro hermano mayor, Leoncio, retratando a un padre cruel. Pero, ¿castigar a Pilar? Insisto, todos los legitimarios han de recibir lo mismo en concepto de legítima y esto no sucede aquí porque se está cargando contra Pilar.
– ¿Cómo una jueza puede poner como referencia una sentencia del TS que no se corresponde con vuestro caso?
– Lo que le está pasando a Pilar ilustra la inseguridad jurídica en la que vivimos en España. ¿Cómo se puede equivocar un juez en este asunto? Utiliza una sentencia del TS sobre dos hijos que se repartieron la herencia de su padre al 50%. Apareció un tercero con el que tenían que repartir toda la herencia (no el tercio de legítima que es nuestro caso porque mi padre sí conocía la existencia de Rosario) y el TS estableció que dado que los dos habían recibido lo mismo del padre, pues tenían que pagar lo mismo al hijo desconocido. «Sensu contrario», se argumenta, dado que hemos recibido distinto de nuestro padre, pues nos corresponde pagar distinto. Lo que es un error gravísimo porque a Rosario le reconocen el tercio de Legítima y eso fue igual para todos, al 25%.