El Rey Carlos III
Nuevo parte médico sobre el cáncer de Carlos III
El pronóstico es bueno y tanto el monarca como sus médicos están «muy positivos», según revelan tanto el 'Daily Mail' como el 'Times'
Reino Unido se ha despertado este martes aún con la conmoción en el cuerpo tras conocer que Carlos III, de 75 años, padece cáncer. Un diagnóstico muy duro para quien se preparó durante toda su vida para ser Rey, y solo año y medio después de suceder a Isabel II, tiene que apartarse de sus tareas públicas y oficiales para someterse a un tratamiento médico.
El Rey fue informado de que padecía cáncer a principios de la semana pasada y posteriormente, hizo varias llamadas para comunicárselo a sus hijos; el Príncipe de Gales y el Duque de Sussex, y sus hermanos; la Princesa Ana, el duque de York y el duque de Edimburgo. El primer ministro Rishi Sunak también fue informado, al igual que los líderes mundiales de los reinos de la Commonwealth y los jefes de las organizaciones benéficas del Rey.
Portadas de los periódicos informando sobre la enfermedad de Carlos III
El Palacio de Buckingham informó ayer de que los médicos descubrieron el cáncer durante la cirugía por el agrandamiento de próstata. No han aclarado el tipo de cáncer que padece, pero han asegurado que no es de próstata. Han revelado que el Rey comenzó un tratamiento ambulatorio contra el cáncer y pasó la noche de este lunes en su casa en Londres, en Clarence House. Fuentes de Casa Real han asegurado a The Times y Daily Mail que «aunque el pronóstico fue un shock, la enfermedad se detectó en una etapa temprana y el Rey se encuentra con buen ánimo y muy positivo, mientras el equipo médico trabaja en buscar el mejor tratamiento».
Carlos III y la Reina Camila, el pasado 4 de febrero
El mensaje de tranquilidad continuó con conversaciones sobre una «intervención rápida». El Rey se mantuvo «totalmente positivo acerca del trato recibido y espera volver a desempeñar plenamente sus funciones públicas lo antes posible».
Una larga baja
El Rey estará apartado de sus funciones públicas hasta marzo, cancelando toda su agenda. Pero su idea es continuar con sus audiencias con el primer ministro, aunque dependiendo del consejo de sus médicos es posible que no siempre se realicen en persona. Lo mismo ocurrirá con las reuniones del consejo privado. Seguirá atendiendo su caja roja diaria de documentos gubernamentales.
El estandarte real ondeaba anoche en el Palacio de Buckingham, lo que significaba el regreso del Rey a Londres, desde su finca de Sandringham, en Norfolk. Solo sus familiares y su círculo íntimo estaban al tanto de su enfermedad, pero la posibilidad de que el Rey pudiera ser visto entrando en un centro médico de Londres llevó a Buckingham a compartir la noticia.
Rige un protocolo muy concreto a la hora de informar sobre este tipo de noticias relacionadas con la salud del Rey. «Existe una jerarquía para información como esta. Comienza con la familia, luego a nivel de primer ministro, y luego llega a aquellos necesarios para ayudar a difundir el mensaje de la manera adecuada». Luego, los medios fueron informados de la noticia, bajo un estricto embargo hasta las seis de la tarde (hora local). La noticia daría la vuelta al mundo en solo unos minutos.
