Así se saltó el Príncipe Harry el protocolo cuando se reunió con Carlos III

Es poco probable que el Rey Carlos III le diese una cálida bienvenida al Príncipe Harry cuando este viajó hasta Londres para reunirse con él tras ser diagnosticado con cáncer. Dada la animadversión entre ambos desde que el duque de Sussex abandonó la corona en favor de Meghan Markle, no se podía esperar mucho más de lo que ocurrió: una conversación de 30 minutos tras la que Harry abandonó las dependencias reales y se instaló en un hotel del centro de Londres.

Si bien esta reunión privada –la primera, en 15 meses– parecía ser el primer paso para que padre e hijo arreglaran su tensa relación, el corresponsal real Michael Cole ha revelado al periódico inglés The Mirror que hubo un gesto que enfureció al monarca.

En Inglaterra, es costumbre, al menos en la Familia Real británica, que los hombres se besen en la mejilla cuando se encuentran. Sin embargo, el Príncipe Harry decidió saltarse el protocolo y negarle a su padre el saludo real tradicional.

Aunque existe una razón que justifica su decisión. «Lo importante para alguien que acaba de contraer cáncer es no contraer ninguna infección. Harry había estado a 30.000 metros de altura, respirando el mismo aire que hasta otras 150 personas. Puedes apostar tu vida a que el saludo habitual no estaba entre las posibilidades por esa razón", explica Michael.

El experto ha reconocido, además, que el deseo de Harry de reunirse con su padre parecía ser un gesto «sincero». Que la visita de Harry en Reino Unido no se prolongase más de 23 horas, se explica porque pronto tendrá otra oportunidad de reunirse con él. El Príncipe regresará a Londres en mayo para celebrar el décimo aniversario de los Juegos Invictus, que fundó en 2014. Las celebraciones tendrán lugar en la Catedral de San Pablo.

La noticia llega poco después de que el gobierno del Reino Unido anunciara una oferta multimillonaria para que los juegos se celebraran en Birmingham en 2027. Johnny Mercer, ministro de Asuntos de los Veteranos, reconoció ante la prensa que era un cierre natural del círculo.

Además, una fuente cercana al proyecto ha confirmado de forma reciente que estos juegos en favor de los Veteranos contaría con la aprobación de la Familia Real. «Harry ha indicado que se siente cómodo regresando a los Juegos Invictus con sede en Gran Bretaña y entendemos que siempre han contado con el apoyo del resto de la Familia Real», dijeron a The Express.

Esto podría indicar un posible acercamiento entre los hermanos, pero dudamos que se produzca tras el último movimiento de los duques de Sussex: una página web nueva que pretende servir de «ventanilla única» de sus noticias y que muchos ya califican de «fracaso real».

Lo significativo es que enlazan a su antigua y controvertida web, sussexroyal.com, la que tenían cuando se acaban de casar y aún eran miembros activos de la corona británica. La decisión ha sentado como un jarro de agua fría a Buckingham, que no solo se queja de la aparente vinculación con la monarquía, sino de la utilización de un escudo real para posibles fines comerciales futuros.

Así lo prueba también las vitalistas biografías con las que ambos se presentan. El duque se describe a sí mismo como un «veterano militar, humanitario, defensor de la salud mental y activista medioambiental». Meghan Markle, por su parte, como «una feminista defensora de los derechos humanos y la equidad de género».