Carlota Casiraghi, la última víctima de la maldición Grimaldi

Carlota Casiraghi vuelve a estar en el punto de mira por una cuestión relacionada con su vida sentimental. A pesar de que la hija mayor de la Princesa de Hannover siempre ha intentado mantener su vida privada de manera discreta, sus relaciones amorosas siempre han acaparado titulares, al igual que las de su madre y la de otros miembros de la Familia Grimaldi.

Después de varios años de relación y matrimonio con el cineasta Dimitri Rassam, en las últimas semanas, varios medios franceses apuntan a una ruptura entre la pareja, aunque, por el momento, ninguna de las dos partes ha confirmado la separación.

Sin embargo, esta última semana, han salido a la luz unas fotografías en las que se puede observar a Carlota con la que algunos apuntan que podría ser su nueva ilusión. Se trata de Nicolas Mathieu, un novelista de gran éxito en Francia. Según ha asegurado Voici, ambos se habrían estado viendo a menudo en la capital francesa, aunque ninguno de los dos ha hablado al respecto.

No obstante, el reportaje vuelve a poner en el punto de mira la vida sentimental de la hija de la Princesa de Hannover y, una vez más, trae al presente lo que se conoce como la ‘maldición Grimaldi’. Una maldición que, teóricamente persigue a los miembros de la familia y que se remonta varios siglos atrás, por extraño que pueda parecer. Fue una amante despechada del Príncipe Rainiero la que amenazó a su estirpe con una maldición: «¡Ningún Grimaldi encontrará felicidad en el matrimonio si se casan antes de los cincuenta años!», dijo la mujer. Una maldición que, como es lógico, tras el reciente fracaso amoroso de Carlota Casiraghi, vuelve a cobrar relevancia.

Sus amores frustrados

A pesar de que es una de las figuras más destacadas del panorama internacional, Carlota Casiraghi ha preferido siempre mantener su vida amorosa en un segundo plano. Su primer amor lo vivió en la adolescencia al lado del aristócrata austriaco Hubertus Arenque Frankensdorf, con el que salió un par de años. Después comenzó un romance con el belga Felix Winckler, hijo de un abogado afincado en Bruselas, pero su historia duró tres años solamente. Actualmente está casado con la empresaria Irene Forte.

En 2007 comenzó a salir con a Alex Dellal. La suya fue una de las relaciones más conocidas y estables de Carlota Casiraghi, de hecho, acudió junto a ella a la boda del Príncipe Alberto y la Princesa Charlene de Mónaco, pero rompieron en 2012. Después llegaría a su vida el cómico Gad Elmaleh, padre de su primer hijo. Fue un romance estable y discreto y, a pesar de que se llevaban bien y de que el actor estaba muy integrado en la familia de Carlota, sus planes de trasladarse a Estados Unidos dieron al traste con la relación. De hecho, su hijo Räphael, no está en la línea de sucesión al Principado porque nunca se casaron.

Su única boda

Tras la ruptura con Gad Elmaleh, Casiraghi mantuvo un breve romance con el italiano Lamberto Sanfelice, un conocido director de cine italiano pero, Dimitri Rassam ha sido el único hombre que ha conseguido que Carlota Casiraghi pronuncie el ‘sí, quiero’. Las madres de ambos son amigas desde hace tiempo y fue en 2017 cuando se conoció su relación. Poco más de un año después, la pareja se casó en una doble ceremonia, en Mónaco y en La Provenza, discreta y casi privada, muy en su línea, como fue el nacimiento de su hijo Baltazhar.

Sin embargo, siete años después, parece que el amor ha llegado a su fin, según algunas fuentes, porque Dimitri Rassam está muy volcado en su carrera cinematográfica. Ahora solamente queda esperar a ver qué papel ocupa Nicolas Mathieu en la vida de la hija de la Princesa.