Carlos III se siente «enormemente frustrado» con el tratamiento que recibe contra el cáncer

Nadie escapa de la fragilidad de la condición humana y la enfermedad. Bien lo sabe el hombre que aguardó siete largas décadas para ser Rey. Un año y cuatro meses después de asumir el cargo para el que nació, un cáncer ha apeado a Carlos III de la vida pública. No parece que vaya a ser un proceso corto y sus familiares no ocultan la decepción que siente.

El Rey está «enormemente frustrado» porque le han informado de que «el tratamiento será más largo» y la recuperación está tardando «un poco más» de lo esperado, según ha revelado su sobrino Peter Phillips, en una entrevista con la televisión australiana, en la que quizá ha hablado demasiado. Las palabras del hijo de la Princesa Ana no casan con el deseo de Buckingham de mantener los detalles y evolución de su cáncer en privado. Y se ha mostrado muy abierto en una larga conversación en la que revela que Carlos III está «presionando» a su equipo médico para que le permita asumir más actividad y reincorporarse cuando antes a sus labores.

Recordemos que, a sus 75 años y tras ser operado de la próstata, momento en el que se le descubrió un cáncer, sigue despachando con el primer ministro, recibiendo a autoridades en Buckingham y supervisando los documentos oficiales de la caja roja, que actualizan al Rey sobre las sesiones en el Parlamento.

Peter Phillips asegura que el Rey está decepcionado por no mantener el ritmo de trabajo de antes de enfermar. «No puede seguir adelante y hacer todo lo que quiere», ha reflexionado. «Pero es muy pragmático, entiende que hay un período de tiempo en el que realmente necesita concentrarse en sí mismo». Asegura que pregunta a sus médicos y enfermeras, con insistencia: «¿Puedo hacer esto o aquello?».

Phillips, de 46 años, añadió: «Creo que el mensaje primordial sería que obviamente está muy interesado en volver a una forma de normalidad y probablemente, está frustrado porque la recuperación está tardando un poco más de lo que le gustaría».

Sus palabras refrendan las confesiones del equipo que trabaja estrechamente con él, quienes admiten que en ausencia de una agenda pública, él los «mantiene alerta» con avalanchas de ideas y sugerencias. Recordemos que Carlos III acostumbraba a saltarse el almuerzo para no perder tiempo y trabajaba hasta altas horas de la noche.

Peter Philips es el hijo de la Princesa Ana y su primer marido, el capitán Mark Phillips. Durante la entrevista, se pronuncia sobre su madre, de 73 años, la más discreta y trabajadora de la Familia Real con el mayor número de actos oficiales cumplidos al año. Este lunes, viajó a Escocia para visitar el memorial de las víctimas del atentado de Lockerbie. Un esfuerzo y compromiso que no han reflejado los medios británicos, puesto que apenas genera titulares. Nunca le interesó el foco.

«Creo que en el pasado no siempre ha sido la favorita de los medios, por así decirlo. Pero ella nunca dejó que eso la molestara», declara. «Ella simplemente mantiene la cabeza gacha todo el tiempo y sigue trabajando y deja que otros se preocupen por los centímetros de la columna».

Phillips asegura que la «ética de trabajo», tanto de la Princesa como de su padre, ha sido muy influyente para él y su hermana Zara Tindall. «Ambos son increíblemente trabajadores y, a sus 70 años, todavía están trabajando mucho más duro de lo que probablemente cualquiera esperaba». Ahora más que nunca, y tras la baja de Kate Middleton, la Familia necesita el profundo compromiso y laboriosidad de la Princesa Ana.