El hermano imputado de Sánchez asiste al estreno de 'Carmen' dentro del programa de ópera que dirige

Cómo llegó hasta allí resulta todo un misterio. Pocos minutos antes de que se apagaran las luces del teatro López de Ayala, de Badajoz, en una de las butacas aparecía sentado el hermano del presidente, David Sánchez Castejón, conocido artísticamente como David Azagra. Accedió a la sala por una puerta interna, lo que indica que previamente había estado en backstage junto a los actores y la dirección. La noche de este sábado, el lleno era absoluto para el estreno de Carmen, dentro del programa Ópera Joven de la Diputación pacense, que dirige el hermano imputado. Las puertas del teatro se abrieron a las 19.00 horas y la prensa local deambulaba en busca del invitado más esperado. No pasó por el photocall instalado a la entrada para decepción de los fotógrafos.

David Azagra se sentó en la fila 12, acompañado por Ricardo Cabezas, diputado de cultura de la Diputación Pacense, y Paloma Morcillo, directora del Teatro López de Ayala. Permitió que le tomasen algunas fotos, saludó e incluso hizo declaraciones. Se le veía tranquilo, como si no tuviese un oscuro horizonte judicial, imputado por cinco delitos de corrupción.

Desde la Crónica de Badajoz le preguntaron si la expectación tenía algo ver con su presencia. «No, en absoluto, 'Carmen' es la tercera ópera más representada de la historia del género y esto tiene muchísima fuerza», manifestó tranquilamente. En Carmen intervienen músicos de Badajoz, de Mérida, Montijo y también de Valdelacalzada, además de primeras figuras de ámbito nacional. «Por eso también la expectación y luego además que esto es un regalo para todos nosotros», añadió.

Al hermano del presidente no se le veía demasiado preocupado, mientras está siendo investigado por presuntos delitos contra la Administración Pública, la Hacienda Pública, malversación, prevaricación y tráfico de influencias.

Ópera Joven es un programa que coordina David Azagra y la Diputación de Badajoz inició en 2019 para acercar la ópera al público general, especialmente a los jóvenes. Con una puesta en escena moderna y contemporánea, esta versión de Carmen se convierte en un «canto a la libertad», donde la protagonista desafía cada expectativa y estereotipo, reivindicando su «derecho a decidir sobre su vida».