Inés Arrimadas, enamorada del hijo de un importante legionario español

No resulta una casualidad que Inés Arrimadas y Guillermo Díaz hayan elegido la ceremonia del traslado del Cristo de la Buena Muerte a hombros de los legionarios hasta su trono procesional para oficializar su amor. Este Jueves Santo, entre la multitud que asistía emocionada a uno de los momentos más emblemáticos de la Semana Santa, los dos expolíticos de Ciudadanos se deshacían en muestras de cariño y compartían confidencias. Conscientes de la multitud de medios y cámaras presentes, no les importó darse un beso en público, a sabiendas de que al día siguiente protagonizarían portadas.

Inés Arrimadas viajó a Málaga, donde reside el exdiputado de Ciudadanos, para pasar juntos la Semana Santa y rendir homenaje al Cristo de Mena, una preciosa talla que encierra un significado especial para Guillermo, nacido en Melilla en 1978. «Existo por avatares legionarios. Mi padre volvió del Sáhara con todos sus compañeros y recaló en Melilla. Entonces era teniente y pasó a las órdenes del que sería mi abuelo, en aquella época teniente coronel», escribió Guillermo en un blog en septiembre de 2020, con motivo del centenario de la Legión. Su padre fue coronel de infantería y estuvo destinado en La Legión durante muchos años y su abuelo materno también.

«Los primeros recuerdos de mi vida son Legión. El verde legionario es el color de mi niñez y las canciones del Tercio la banda sonora con la que crecí. De niño pensaba que la disciplina y el compañerismo eran características de la sociedad en general. Los sábados legionarios eran un evento muy habitual que todavía hoy me emociona», añade Guillermo Díaz, novio de Arrimadas.

«Ya adulto he sido consciente de la suerte de crecer en la mística y los códigos de una unidad única en el mundo, del privilegio de ser hijo y nieto de legionarios, quisiera haberme empapado más de todos ellos, porque para los tiempos que corren, su código es un refugio, es el fuego que te calienta en el frío del relativismo, por malo que sea el día, si me cruzo con un legionario, siempre asoma una sonrisa», escribe con orgullo.

Su etapa juntos en Ciudadanos

Inés Arrimadas y Guillermo Díaz quieren vivir su amor con normalidad y de forma transparente. En la ceremonia del traslado, se colocaron en una de las gradas de autoridades. En el acto también se encontraban la Reina Sofía, el alcalde José Luis Martínez-Almeida con su prometida Teresa Urquijo o el malagueño Antonio Banderas.

La exlíder de Ciudadanos se divorció del nacionalista y exdiputado de CIU Xavier Cima, el pasado verano, aunque la noticia no trascendió hasta noviembre. Tienen dos hijos en común; Álex, a punto de cumplir 4 años, y Marc, de 2. A Guillermo Díaz le conoció durante su etapa en Ciudadanos, se admiraban mutuamente y siempre les unió la defensa de la unidad de España. Lo que comenzó como una amistad dentro del partido, derivó en una relación sentimental.

Arrimadas abandonó Ciudadanos en junio de 2023, tras la catástrofe del partido el 28-M, y ahora trabaja como la responsable de la comunicación de Recurrent Energy, una multinacional dedicada al sector de la energía solar. La expolítica colabora también con el consejo asesor de Bros Group, una compañía especializada en la identificación, selección y evaluación de talento. Tras su adiós a la política, Inés se mudó a Jerez para estar cerca de su familia. Al mismo tiempo se acercaba a Málaga, donde vive su nuevo amor.

Guillermo Díaz siguió los pasos de Inés y dejó su escaño al mismo tiempo. «Todos los ciclos en la vida tienen un comienzo y un final», declaró Díaz tras confirmar que cierra una etapa de siete años en el Congreso de los Diputados y, con ello su «tiempo en política». Regreso al puesto que tenía en el ayuntamiento de Málaga antes de meterse en política. Trabaja en la empresa que gestiona el Teatro Cervantes, el Cine Albéniz, el Teatro Echegaray, el Festival de Cine de Málaga y la Málaga Film Office.