La taberna castiza en la que la Reina Sofía y la Infanta Cristina cenaron tras la procesión
Optaron por un establecimiento de renombre ubicado en el centro histórico de Madrid
El pasado Viernes Santo, la Reina Sofía y la Infanta Cristina sorprendieron gratamente a los cofrades que participaron en la procesión del Cristo de los Alabarderos. Acompañadas por la princesa Irene de Grecia, madre y hermana de Felipe VI, llegaron al Palacio Real. Durante el evento, la Hermandad emocionó a la reina Sofía al nombrarla miembro de honor de la congregación y otorgarle la medalla correspondiente. Tras este acto, se han trasladado hasta un restaurante tradicional de la capital madrileña para degustar su gastronomía típica de la ciudad.
Doña Sofía y el resto del grupo decidieron pasar parte de la noche en Casa Ciriaco, un establecimiento de renombre ubicado en el centro histórico de Madrid. Conocido por su especialización en tapas, este local se destaca por sus excelentes valoraciones, resultado de su compromiso con la calidad y sus precios accesibles. La elección de este lugar para su reunión subraya el aprecio que mantiene la esposa del Rey Juan Carlos por la cocina española auténtica y la búsqueda de lugares con encanto para compartir momentos especiales.
Casa Ciriaco se erige como un símbolo de la auténtica taberna castiza en el corazón de Madrid, donde cada rincón respira la historia y la tradición. Este icónico establecimiento, cargado de historias fascinantes, bien podría ser el escenario de una película, con su rica herencia y su papel destacado en la historia de España.
En 1906, el número 84 de la calle Mayor fue testigo de un episodio trágico cuando un anarquista lanzó una bomba oculta desde uno de sus balcones durante el paso del carruaje real de Alfonso XIII y Victoria Eugenia de Battemberg tras su boda. Aunque los reyes salieron ilesos, la explosión resultó en la muerte de 25 personas y más de cien heridos. El anarquista fue capturado cuando intentaba huir a Barcelona, dejando un sombrío capítulo en la historia de la ciudad.
Antes de llamarse Casa Ciriaco, este lugar funcionaba como un almacén de vinos desde 1887 y fue el punto de encuentro de figuras destacadas de la intelectualidad española del siglo pasado, como Valle Inclán, Julio Camba, Antonio Mingote, Ignacio Zuloaga y Juan Belmonte. En 2018, el restaurante enfrentó tiempos difíciles, pero fue rescatado por Alfonso Delgado y Daniel Waldburger, quienes preservaron este tesoro de la historia madrileña.
Los comedores, ahora renovados y luminosos, están conectados a través de una cocina abierta que muestra la esencia de la taberna. Las paredes exhiben una variedad de imágenes, desde la tauromaquia hasta el regicidio frustrado, además del salón Real, lleno de recuerdos monárquicos y efectos militares, presididos por la figura del Apóstol Santiago. Con dos cuevas de gran interés, Casa Ciriaco se convierte en un lugar de peregrinaje donde los clientes pueden experimentar una «indulgencia plenaria».
La carta de este emblemático restaurante en Madrid ofrece una deliciosa variedad de platos tanto en su sección de barra como en su menú principal. Desde clásicos como el jamón ibérico y el queso manchego, hasta especialidades como los tacos de solomillo de cebón encebollado y la tortilla Ayuso, cada opción es una invitación a explorar los sabores tradicionales de la gastronomía española. Para aquellos que buscan algo más sustancioso, el menú principal ofrece platos como la gallina en pepitoria al Gusto de Mingote, galardonada con el Premio al Mejor Plato Castizo en 2021, y los callos a la madrileña, que son un auténtico manjar. Otros platos destacados incluyen las albóndigas de ternera y los callos con garbanzos, premiados en 2018 por su excepcional sabor y calidad.